lunes, agosto 07, 2006

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Tenía 26 años, se llamaba Vanesa y era de Puertollano. Hace un año, el 30 de julio de 2005, le arrojó un líquido inflamable y le prendió fuego. Desde entonces, él está en la cárcel. Ella ha pasado todo este año en el hospital, con el 61% del cuerpo abrasado. Ayer perdió la vida. Él tardó cinco años en consumar el asesinato, porque las palizas comenzaron en 2001, dos años después de casarse. Por entonces debió de nacer el primer chiquillo y un año después, el segundo. Esta vez había antecedentes, denuncias e, incluso, orden de alejamiento, pero ella cometió un error: No pidió protección. Siempre es por algo que no hacen. Las noticias se redactan de forma que queda el regusto amargo de que eran ellas quienes podían haber hecho algo más por su vida.

2 comentarios:

Ander Izagirre dijo...

Tienes toda la razón.

José María Romera dijo...

...y todo se reduce ahora a que el individuo ya no está preso por intento de homicidio sino por homicidio consumado. Vamos, un cambio de denominación burocrático...

 
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