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viernes, octubre 03, 2008

En Brasil

Javier Díaz Noci es un compañero de profesión. Ha visitado universidades de Brasil el último año. Le pedí, para la sala de invitados, una reflexión sobre el estado de la profesión en aquel país. He aquí el resultado:


Consejo Federal de Periodistas de Brasil: un debate

En 2004 el proyecto de ley de creación del Conselho Federal dos Jornalistas fue al congreso brasileño. Se trata de un órgano de regulación ética y de registro. Fue vetado, con el argumento de que iba en contra de la libertad de expresión.
En un reciente debate público sobre el tema en la
Universidad Federal de Santa Catarina, en Florianópolis (Brasil), dentro de la VII Semana do Jornalismo, organizado por la Facultad de Comunicación y por los propios estudiantes de Periodismo de dicho centro. La directora del departamento de Periodismo de la UFSC, Tattiana Teixeira, moderó el debate en la tarde del 19 de septiembre de 2008.
Todas las profesiones reglamentadas disponen de Consejos Profesionales en Brasil, salvo los abogados y los músicos, que se organizan bajo el nombre de Orden. Intervino en primer lugar Márcio Veccar, representante de la Ordem dos Advogados do Brasil en Santa Catarina, “una Orden mucho más de Brasil que de los abogados, porque aparte de su función de fiscalización y regulación de la propia profesión”, que, como en todo país, está reglamentado por un Estatuto Profesional de la Abogacía, “defiende intereses que trascienden la profesión, los individuos o el colectivo, y que son de todos los ciudadanos, no corporativos”.
Márcio Veccar recordó que “en forma alguna la creación de las corporaciones profesionales afectó a las libertades constitucionales”, antes al contrario, toda dictadura perjudicó a colectivos como los propios abogados o los periodistas, que siempre se han distinguido precisamente por la defensa de las libertades. “Sin libertades”, afirmó este jurista, “no podemos funcionar”.
En cuanto a la libertad de expresión, recordó también que es una “garantía del ciudadano”. Debe actuar la ponderación de derechos, es decir, tan importante es el derecho a la libertad de expresión como el derecho a la defensa. En el caso de los abogados, el derecho sagrado de toda persona a la defensa delante de los tribunales no empece que ésta deba ser auxiliada necesariamente por los profesionales, es decir, los abogados. Del mismo modo, si bien el derecho de libertad de expresión es de todos los ciudadanos, no iría en detrimento del mismo que se regulase el acceso a la profesión periodística de modo similar a como se regula la de abogado.
“Desde el punto de vista de la abogacía brasileña, no hay ninguna duda de la oportunidad y conveniencia de la creación del Consejo Federal de Periodistas brasileños”, acabó con rotundidad Márcio Veccar en nombre de la Orden de la Abogados de Brasil, favorable a la autorregulación de las profesiones y contrario al control externo de las mismas.
La postura contraria también tuvo su voz en la persona de Maurício Tuffani, del gabinete de comunicación del rectorado de la Universidad Estadual de Sao Paulo. En primer lugar, puntualizó que el proyecto 3985/2004 de creación del Consejo Federal de Periodistas de Brasil no fue vetado, sino archivado después de determinadas negociaciones. El proyecto no llegó siquiera a ser discutido. En opinión de Tuffani, “el Congreso no estaba interesado en el debate”, y ni siquiera la prensa “cumplió con su deber de presentar las diferentes posturas del debate”. Para este periodista de ciencia y medio ambiente, licenciado en Matemáticas y Física, la discusión sobre la conveniencia o no de regular la profesión periodística en Brasil necesita separar el debate de la obligatoriedad de la formación superior del periodista, que se discute en este momento en el Tribunal Supremo brasileño, y los diferentes modelos de regulación en los diversos países del mundo. Maurício Tuffani se refirió concretamente al modelo de la Ordine dei Giornaliste italiana y a la Comisión de los Periodistas francesa, y a la necesidad de debatir dichos modelos.
Para Maurício Tuffani, “en la práctica, serán los Consejos Regionales, más que el
Federal, los que llevarían a cabo este deber de control de, por ejemplo, las condiciones de trabajo”, e incidió en las posibles derivaciones subjetivas e incluso ideológicas en que esta atribución se llevaría a cabo. Otra cuestión que puso de manifiesto Maurício Tuffani fue la necesidad de regular la propia actividad de las empresas para poder llevar a cabo una fiscalización efectiva de la profesión periodística. “No se puede huir de eso”, insistió.
“No estoy contra la reglamentación, al contrario, soy favorable a ellas, pero creo que tenemos que discutir muy bien el modelo a seguir a la luz de los diferentes modelos internacionales”. No aclaró, en cambio, por cuál de esos modelos se decanta.


Finalmente, intervino Valci Zuculoto, directora de educación y coordinadora nacional de la campaña sobre la formación de los periodistas brasileños de la Federación Nacional de Periodistas brasileños (FENAJ), que ya ha cumplido 62 años de existencia. La Federación, un sindicato profesional, fue pionera en la propuesta de un Consejo Federal de Periodistas en Brasil, desde los años 80, si bien el primer proyecto se redactó en 1992. Existe, por tanto, un debate sobre los modelos que viene de lejos. Rechazó que el Consejo vaya a censurar a los medios. “Va a cuidar de los registros profesionales, como en cualquier Consejo Profesional, y de la aplicación del Código de Ética de los periodistas”, que fue actualizado en 2007 en Brasil. “El Consejo no va a censurar el producto de los medios, sino que va a hacer que el código de ética sea obligatorio para los periodistas, como ya lo es en todas las profesiones reguladas, como la de médico o abogado”. En este momento, recordó que “el profesional que no está de acuerdo con una orden de su jefe porque puede contavenir los principios éticos no tiene a quién recurrir”.
Valci Zuculoto insistió en que los Consejos, también el de los periodistas, vela por los derechos de toda la sociedad. “Los medios están haciendo una manipulación al decir que se trata de un interés del Gobierno, cuando lo es de los periodistas y los ciudadanos”. También rechazó los argumentos que aparecen recurrentemente en los medios contra el proyecto diciendo que va a suponer una censura y va a intimidar a los periodistas. El Consejo retiraría del Estado la atribución de expedir los registros profesionales (hoy responsabilidad del Ministerio de Trabajo brasileño) y velaría por el cumplimiento de las normas éticas a través de la creación de tribunales de ética de los futuros consejos regionales, formado por periodistas idóneos y representantes de la sociedad civil. Los consejeros serían elegidos por voto directo de todos los periodistas registrados en el Consejo.Resaltó también la necesidad de formación (el primer congreso de periodistas en Brasil en 1918), de hecho Brasil cuenta con más de 40 años de implantación de los estudios de periodismo en la Universidad, y desde 1969 la reglamentación incluye la obligatoriedad de la formación para los profesión. “Es una conquista, no una concesión”, afirmó, “y es una de las garantías del ejercicio libre y ético de la profesión”.


Gracias, Javier.

jueves, septiembre 11, 2008

Una lección de golf

El alcalde de Galdácano, del Partido Nacionalista Vasco, es un político innovador: usa la red para preparar sus discursos. En éste que os pego ahí abajo, le pidieron unas palabras para inaugurar un campo de golf. Parece que no se lo creía del todo. Dura unos siete minutos, pero es fácil de ver. La segunda parte me deja perpleja. Os dejo con él en la sala de invitados.




Gracias, Naiara.

lunes, noviembre 12, 2007

La última crónica de Mailer

Ante mi absentismo de los últimos días, J. Z. se ha animado y ha preparado él la entrada que esperaba que yo hiciera. Se lo agradezco mucho. Esto es lo que comparte con nosotros:

El escritor Norman Mailer falleció el pasado fin de semana a los 84 años en Nueva York. Fundador junto a Truman Capote y Tom Wolfe del 'Nuevo periodismo", corriente literario-periodística que renovó las letras estadounidenses, Mailer hizo de su obra y de su propia vida una aventura continua en la que la rebeldía, la irreductibilidad y la provocación eran sus enseñas.
Elevado a los altares literarios en 1948 con apenas 25 años gracias a 'Los desnudos y los muertos', su obra estuvo casi siempre centrada en críticas a la sociedad americana mediante mordaces columnas, ensayos, guiones, novelas u obras de teatro que le valieron ser considerado el paladín de la contra-cultura estadounidense.
Egocéntrico, inmoderado, alcohólico, machista, follonero... pero también genial provocador, incisivo y agudo, crítico apabullante y un eterno inconformista, Mailer obtuvo dos premios Pulitzer y una legión de seguidores que jalonaron su legado artístico. Su último trabajo, la novela 'El castillo en el bosque', centrada en la figura de Adolf Hitler, será publicada dentro de unas semanas en España.

PIE DE FOTO: Norman Mailer sostiene un pulso con el campeón mundial de boxeo Muhammad Alí, en 1965. Fuente: EL PAIS.

domingo, octubre 07, 2007

Las mujeres conspiran


Rodrigo Ordóñez es un jóven licenciado en Periodismo que, desde que llegó a la Universidad del País Vasco, no ha parado: Primero fue a Inglaterra a formarse, después a París, estudió en una Universidad de EE UU y después trabajó como fotógrafo en Nueva York. Ahora es responsable de comunicación de una organización humanitaria en el sur de Sudán. Hoy viene a ocupar la sala de invitados y nos trae este regalo:
El pasado martes por la mañana Lucía me pedía en un correo electrónico que escribiera una nota para la sección de invitados de su bloc. El día se presentaba duro y con mucho trabajo por delante, y aparte de la falta de tiempo, a un servidor no se le ocurría ningún tema interesante. Las cartas marruecas y los relatos de viaje, mejor dejárselos a Conrad y Kipling.
Estos días me encuentro en Juba, la sede del gobierno provisional del sur de Sudán. Tras décadas de guerras civiles, el norte y el sur de Sudán firmaron un acuerdo de paz en 2005, que sirve de constitución provisional a la vez que establece una hoja de ruta (¿les suena?) para las dos partes. De este modo, el sur de Sudán se encuentra sumido en un complejo proceso democrático, que culminará con un referéndum en 2011 (ahora les debería sonar un poco más) para decidir si siguen siendo parte de Sudán o si los sudaneses y sudanesas (por si aún había algún despistado) del sur prefieren forman un estado independiente.
Bromas aparte, este proceso supone esperanza y oportunidades para el sur de Sudán, al que empiezan a regresar los refugiados para seguir con la vida que dejaron atrás durante la guerra. El progreso económico también empieza a dejarse ver, aunque en menor medida para las zonas fronterizas, cuya línea divisoria aún no ha sido definida con claridad. El norte y el sur aún se disputan estas regiones, debido sobre todo al poderoso caballero don petróleo que se encuentra bajo ellas. Estas regiones limítrofes (Abyei, Southern Kordofan y Blue Nile) están regidas por un proceso algo diferente, pero que tendrá lugar en torno a las mismas fechas.
En este contexto, la organización humanitaria para la que trabajo organiza esta semana una conferencia sobre los derechos de la mujer, que reúne a líderes comunitarias de zonas rurales (incluyendo las áreas fronterizas), parlamentarias y mujeres que forman parte del ejecutivo. Uno de los objetivos de este encuentro es fomentar la participación de las mujeres del sur y de las áreas fronterizas en el proceso democrático. El encuentro con otras mujeres que forman parte del gobierno es muy enriquecedor para las líderes, ya que les da la oportunidad de intercambiar ideas en torno a los temas que les afectan día a día. La idea es que la discusión hará que ambas partes definan sus respectivos papeles para promover la participación de la mujer en la vida social y política. La legislación vigente garantiza a la mujer un mínimo de un 25% de participación en todos los órganos del gobierno. En la práctica, este porcentaje está lejos de ser una realidad. En una de las sesiones participan como invitadas las líderes de dos grupos de mujeres de Uganda y Sierra Leona, que consiguieron garantizar el cumplimiento de cuotas similares establecidas por la ley de dichos países.
En mis funciones de responsable de comunicación, la semana pasada enviamos una nota de prensa (en inglés) para los medios de comunicación locales y nacionales, informándoles de la celebración de este evento. El titular, “Activistas sociales y líderes políticos combinarán sus esfuerzos para promover la participación de la mujer”.
El martes antes mencionado era el primer día de la conferencia y el ritmo de la mañana fue muy intenso. A la hora del almuerzo, apareció por la mesa uno de los periódicos nacionales, con sede en Jartum. Formato sábana, varias páginas en color, diseño medianamente decente y unas cuantas fotos en portada fueron lo primero que atrajo mi atención. Después miré la noticia que estaba resaltada en un recuadro centrado en la parte superior de la portada. Leo con horror el titular: “Las mujeres, otra vez, se reúnen para conspirar cómo derrocar la dominación masculina”. Después leo el antetítulo: “Uganda y Sierra Leona compartirán consejos sobre cómo acabar con un mundo de hombres”. En la parte donde generalmente pone Agencias o el nombre del autor, aparece el nombre de mi organización. Menudo papelón.
El dichoso titular (sobre todo el “otra vez”) daría para unas cuantas entregas de aquel ‘Curso de ética periodística’ de Caiga Quien Caiga. Dejando también a un lado que este encabezado está plagado de faltas gramaticales, veo que la entradilla discurre por similares derroteros. Al seguir leyendo, descubro con relativo alivio que el resto del texto, que continúa en la segunda página, ha sido un cortar y pegar literal (un concepto básico del periodismo, dijo alguien) de mi nota de prensa. Para consolarme, me viene a la cabeza el que es concepto básico de las relaciones públicas: “Toda publicity, incluida la mala, es publicity”. Al compartir el periódico con mis compañeros, ese parece ser el sentimiento general tras la primera reacción de reír a carcajadas ante tal desatino.
El hotel donde se celebra la conferencia se encuentra a las orillas del Nilo, que veo fluir impasible desde el bar mientras escribo estas líneas. Hoy es viernes y, así en frío, lo veo con otros ojos. Detrás de lo obvio, esta anécdota revela el largo camino que les queda por recorrer a las mujeres sudanesas, y la escasa profesionalidad del periodismo. Nuestra conferencia termina mañana [por el sábado]. En el bar todavía cuelga una pancarta de una conferencia que terminó el lunes, en apoyo a la libertad de prensa. La paciencia, la perseverancia y la buena voluntad las ponen los de aquí.
La foto es de aquí.

lunes, septiembre 03, 2007

Por la libertad de prensa, siempre


Zigor Aldama, de viaje por Oriente, en concreto por Birmania, me envía este correo. Como creo que es de interés general, me lo llevo a la sala de invitados.


Es lo que pasa en las dictaduras, que normalmente uno no se da cuenta de la represión hasta que la sufre en carne propia. El jueves por la tarde, una de las personas que estaba utilizando como contacto para llegar hasta los partidos de la oposición, me informó de que iba a celebrarse una manifestación en una calle cercana, en el centro de la capital, Yangon. Aproveché que Nisu quería echar la siesta y recuperarse del rompehuesos trayecto en autobús desde Bagan para salir a echar un vistazo y, como no, hacer unas fotos.

Pero las cosas se pusieron feas cuando llegó la Policía y se puso a repartir leña, en la mejor línea de los países con regímenes autoritarios. Alguien reparó en el tipo alto y blanco que estaba tomando imágenes discretamente, pero con una cámara poco discreta. Preguntas. Respuestas del tipo de "Soy turista, pasaba por aquí, y tal". "A ver esas fotos. Bórrelas inmediatamente y acompáñenos". Ese fue el momento en el que pensé que se descubriría que estaba tratando de ponerme en contacto con la oposición. El registro revela en mi cartera la acreditación de la Asociación de Periodistas, y la actitud empeora, aunque siempre es correcta. Afortunadamente, el registro también revela mi carta de UNICEF, lo cual creo que ayuda bastante. Myanmar no quiere problemas con la ONU.

No pasa ni una hora hasta que alguien con muchas estrellas y cara de pocos amigos entra en la habitación, visiblemente cabreado pero con una decisión tomada. "Dadas las circunstancias, y visto que estaba tomando imágenes de forma ilegal, sin ningún tipo de permiso, no vemos obligados a cancelar su visado y pedirle que abandone el país". Pensábamos irnos en cualquier caso, así que no supone un gran trauma. Afortunadamente, nada sobre la oposición ha trascendido, a pesar de que sus contactos se han esmerado en hacerme entender que hay espías hasta en las alcantarillas.

Regreso al hotel sólo hora y media después de haberme marchado. Nisu sigue dormida. Menos mal, si se entera, le da algo y me mata. A ella Yangon le horroriza, así que acoge con una sonrisa mi súbita decisión de adelantar la vuelta. Yo espero que en el aeropuerto, donde alguien me devolverá mi pasaporte requisado, no pase absolutamente nada. Afortunadamente, así es. Sólo un sello sobre el visado que, no tengo todavía muy claro, puede que signifique que me he convertido en una persona non grata en Myanmar. Afortunadamente, no ha ido más lejos. Parece una tontería, pero el mero hecho de pensar en la posibilidad de pasar, aunque sea poco tiempo, en una cárcel birmana, es suficiente para ponerlos de corbata. En fin, un buen susto, y nada más.
La foto es de un comida en casa.

sábado, junio 16, 2007

Un invitado entre ladrillos

Javier Zardoya fue uno de mis alumnos de hace dos o tres promociones. Hoy se viene a la sala de invitados para manifestar una de sus preocupaciones: la vinculación de las empresas de comunicación con el ladrillo. Otro de sus intereses es Zaragoza. Supongo que también tiene alguna preocupación por sí mismo. No fue el mejor alumno de aquella promoción, pero con el tiempo nos hemos labrado una amistad. Cada año, suele haber un par de alumnos que echan anclas. Zardoya fue uno de ellos.

Alguna vez ha salido el tema por aquí; generalmente, cuando hemos hablado de la prensa gratuita. A raíz del estupendo y clarificador artículo que publica Fernando Barciela en el último número de 'Cuadernos de periodistas' volvemos a recuperarlo.
Quizá demasiado preocupados en volver la vista a las grandes cabeceras de ámbito nacional, donde la mujer del César, además de ser honesta, debe parecerlo, no nos hemos percatado de lo que poco a poco se ha ido fraguando en su escalón inferior durante los últimos años: la entrada de constructoras e inmobiliarias en los medios de provincias.
¿Acaso un repentino interés por la información? ¿Diversificación de inversiones? No parecen ser estos sus principales propósitos. Más bien parece que hayan dado con el 'caballo de Troya' de la política regional: los medios para presionar –con mayor o menor sutileza- a los poderes regionales y locales para que sus principales negocios discurran sin excesivas cortapisas.
Nombres como el del inefable Francisco Hernando, más conocido como Paco el Pocero, o como Prensa del Sureste (Murcia), el Grupo Promotor Salmantino, Soriana de Ediciones, Editorial Compostela, Zeroa Multimedia (Navarra), Joaquín Ferrer (Ceuta y Melilla) y Promocal (Burgos, Ávila, Palencia y Ciudad Real), por citar unos pocos ejemplos, no son más que la punta del iceberg de un fenómeno preocupante que, de momento, no ha hecho saltar las alarmas, pero que en un futuro próximo puede condicionar gravemente el sector.
La imagen de la escultura, que ha elegido el propio Zardoya, es bellísima.

viernes, junio 08, 2007

Ander Izagirre repite en la sala


Ander Izagirre ha escrito para la Sala de invitados lo que yo habría querido escribir, aunque el resultado habría sido bien distinto. Al leer lo que nos manda sobre Manu Leguineche, he llegado a la conclusión de que prefiero que lo haya escrito él porque sus reflexiones llegan mucho más allá de lo que yo habría llegado. Y si no, leedlo:


En un comentario anterior, Eva pregunta por los motivos de mi admiración por Manu Leguineche.
Como cualquiera que haya leído sus reportajes y sus libros, yo sabía que Leguineche es un gran reportero. No argumento esta afirmación con detalle porque se trata de la faceta más evidente y porque en realidad me interesa subrayar otra cosa.
Entre los periodistas que se mueven por el mundo (en tiempos de guerra o en tiempos de paz) hay muchos reporteros brillantes. Pero me llama la atención un detalle. Los grandes maestros (como Leguineche y Kapuściński, por ejemplo) tienen la rara habilidad de escribir en primera persona y a la vez poner el foco en las personas y las historias que tienen alrededor. Saben contar sus propias andanzas para bajar al lector a pie de tierra, envolverlo en olores, calores y polvaredas, pero en lugar de deslizarse por la cuestita del ombligo nos cuentan el mundo.
Sin conocer a Leguineche más que por sus textos y por las pocas horas del otro día, creo que en el fondo el asunto es muy sencillo: es muy buen periodista porque es muy buen tipo. De esto me han convencido sus dos libros-collage (La felicidad de la tierra y El club de los faltos de cariño –creo que casi todos coincidimos en criticar este título :- )). En esos libros recoge recuerdos de toda su carrera y su biografía, escenas de su vida en Brihuega, pequeños retratos, reflexiones, apuntes al vuelo. Me admira que un hombre que ha vivido tantas guerras y tantas historias tremendas sea capaz, a los sesenta y pico años, de acercarse con tanta ternura y con una ironía tan bondadosa a las historias minúsculas de la vida. Y me he convencido de que Leguineche ha contado así de bien las guerras porque es capaz de contar así de bien las andanzas de su gata Muki o las partidas de mus con los paisanos: sin cinismo, sin dar sermones, sin vender motos, sin colgarse medallas.
En la sobremesa del otro día, a Leguineche le cayó encima una catarata de halagos. Se emocionó con las cartas de los escritores y periodistas amigos, con los regalos, con las llamadas. Pero hubo un momento de sobredosis de alabanzas, un poco de empalago -cuánto te queremos todos, qué gran trabajo has hecho, qué lecciones de periodismo nos has dado, eres una referencia para todos- y Leguineche sacudió las moscas así: “Yo lo único que he hecho ha sido trabajar, lo demás os lo habéis imaginado vosotros”.
Dice nuestro amigo Antonio –al ver una foto que le envié de Leguineche- que sigue creyéndose eso de que la cara es el espejo del alma.


La foto la hizo Ander; las rosas las hace cada año Jesús, el jardinero.

lunes, junio 04, 2007

Contribución en Wikipedia


La sala de invitados abre sus puertas para Ander Izagirre, que nos cuenta lo siguiente:



Hace unos días, salseando por la Wikipedia, entré en el artículo dedicado a Olite. En el apartado sobre la iglesia de Santa María sólo dice que es una iglesia gótica, con portada y retablo destacados...

Y después un alumno de ESO mosqueado por tal parquedad ha añadido su contribución: "Iglesia situada en navarra sobre la cual no se aya informacion en internet es una iglesia a opinion de los wikipeianos no muy bonita. y no se comprende como al ser tan importante y al mandar trabajos sobre esta, la portada mas que nada, a los alumnos de la eso,estos no pueden encontrar nada. una puta mierda asi de claro".


El artículo se puede leer aquí.
Los de la foto son Manu Leguineche y el propio Ander y la hice yo (de ahí la cara de 'Esta foto no sale' que tienen ambos).

martes, febrero 20, 2007

¿Aparenta estar feliz?

Es un anuncio de una firma italiana. El Observatorio del Instituto de la Mujer ha formulado una queja y ha pedido que se retiere el engendro. Son muchas las veces en que me escandaliza la falta de principios que exhiben algunos individuos. No creo que semejante desatino lo haya firmado un cronopio mujer.


Nunca he comprado nada de esa firma. Nunca compraré nada y ojalá vosotros tampoco dejéis un euro en sus cajas.

jueves, febrero 01, 2007

Aquel rostro de mujer


José Manuel Fernández es periodista de larga trayectoria: Ha trabajado en todo tipo de medios, ha creado revistas, ha sido redactor, ha tenido responsabilidades en alguna redacción...
En la actualidad, además de trabajar como jefe de prensa en un organismo andaluz, preside la Asociación de la Prensa de Jaén, provincia en la que reside. Además, JM es amigo mío. Por eso le he pedido que ocupe la sala de invitados. El suceso que nos cuenta en el texto lo vivió esta semana:

Fue como un golpe en frío que recibes en la cara, cuando estás desprevenido. Junto al parque, estaba la escena de la muerte, a media tarde, aunque resultaba difícil creer lo que estaba sucediendo. Una anciana se hallaba desvanecida en el suelo. La rodeaban varios médicos y enfermeros del 061, que golpeaban su pecho con enorme violencia tratando de reanimarla. Pero no consiguieron nada después de casi una hora de emplearse a fondo. Luego vinieron los policías locales que rodearon al grupo con una gran sábana blanca, a modo de biombo improvisado, para preservar la intimidad del momento de la mirada perpleja de un grupo de viandantes, que permanecían detenidos como hipnotizados por aquello. La misma sábana blanca acabó luego cubriendo el cadáver hasta que, horas después, se lo llevaron en un furgón. Ya por la noche, de esa última lucha del ser humano por la vida no quedaban más que un par de guantes de látex abandonados en el piso.

Pero no es el suceso sino el rostro de aquella mujer, aquella anciana moribunda, lo que no se aparta de mi mente. No era la suya una expresión plácida, pero tampoco de dolor, ni de angustia, ni tan siquiera de tristeza. Tampoco parecía dormida. Mi pensamiento al verla, fue creer que concentraba su atención en algo, pese a no encontrarse consciente. Ella está a lo suyo, dije para mí. Era un trance que parecía requerir toda su atención, quizás todo su esfuerzo, no para sobrevivir. Era ajena a los demás, a aquel ajetreo en torno a su cuerpo desmadejado y semidesnudo. Me impresionó la expresión de su cara pero al mismo tiempo era el mío un sentimiento de alivio. Creí comprender que el trance de la muerte, como el de nacer, requiere nuestra contribución activa, el esfuerzo de nuestro ser interno, como si fuera el deseo de una conquista, la victoria de alcanzar algo que nos importa.
La foto es del propio José Manuel Fernández.

martes, diciembre 26, 2006

Lo que veníamos necesitando



Los quioscos alemanes han incorporado esta semana una publicación alternativa masculina que se propone "poner freno a la sed de poder de las mujeres", la revista 'Benno', porque, dicen sus editores, "las mujeres hace tiempo que no son el sexo débil, sino todo lo contrario, ahora las víctimas somos los hombres", según informa periodistas.es.

O sea, unos desaprensivos quieren hacer negocio con hombres descontentos, con hombres machistas. El tema de portada de su primer número, con Mahmud Ahmadineyad, es bastante esclarecedor, ya sabemos cuál será la línea editorial. No es aceptable hacer negocio con algunas cosas, no es aceptable tratar cualquier cosa y de cualquier forma para subir los índices de ventas. No son tiempos de no defender los derechos humanos. Y el de la igualdad de las personas por encima de su sexo, su raza, su religión... es uno de ellos.
No se puede hacer apología de cualquier cosa, no se puede negar la existencia del holocausto. No se puede hablar de que en Irán se han restablecido los derechos de los hombres y que no pase nada. Debe pasar. Pero no sé si confiar en la conciencia de algunos ciudadanos para que no compren la revista ni la lean. De primeras la tirada ha sido de 200.000 ejemplares.

Gracias, Rodrigo.

lunes, diciembre 18, 2006

Un invitado en la sala




Nahum, Alberto Nahum García, es un joven profesor de la Universidad de Navarra. Quienes frecuentáis este 'Bloc de notas' sabéis de la frecuencia e interés de sus aportaciones. En esta ocasión, ha aceptado mi invitación a ocupar la sala de invitados. Éste es el texto que nos deja para que reflexionemos:


Defensa de la Universidad



Amo el periodismo. Creo en él. Profesión noble y apasionante, travesía vital, puro veneno.

El periodista, como el político, es un servidor público. O debe serlo. Cuando escucho a colegas despotricar contra los políticos al grito de “son todos iguales” o “solo quieren llevárselo crudo”, me revuelvo en mi asiento. Porque no se dan cuenta de que conformamos las dos caras de una misma moneda y el planteamiento es reversible como un calcetín.

El periodismo constituye la esencia de la democracia. En sociedades libres como las occidentales, la información es imprescindible. Lo escribió hace décadas Walter Lippman y conviene recordarlo ahora más que nunca. En esta profesión repleta de mercenarios, reivindico al periodista que aún cree en el periodismo, esto es, en la verdad. Por eso los cínicos no sirven para este oficio.

El periodismo tiene la obligación de hacer entendible la sociedad para nuestro público. Debemos ir con el machete entre los dientes, abriendo camino entre la selva, traduciendo la complejidad del mundo.

Para esta tarea cartográfica es necesaria una excelente formación. Ahí radica la clave. El suicidio moral y político de una sociedad comienza por desatender las cuestiones educativas. Y la infección está alcanzando a la tribu periodística. Intento convencer a mis alumnos de que es más importante la “mente-factura” que la manufactura. Que lo esencial son los contenidos humanísticos y lo accesorio las prácticas. Que el Quark y el Dreamweaver se aprenden en dos patadas. Que no sirve de nada coger una cámara último modelo si no son conscientes de la bomba de relojería que llevan entre las manos, si no se preguntan si la realidad, al pasar por el objetivo, deja de ser realidad.

Los años universitarios se antojan cruciales. Hay tiempo para pensar, leer y estudiar filosofía política, para dialogar con textos, películas y profesores. Para tener vivencias. Polemizar. Mirar la realidad desde otro ángulo. Discutir con personas abiertas a las razones del otro, no escudadas en eslóganes, ese fast-food intelectual para mentes perezosas y siempre indignadas. Los años de facultad permiten desarrollar la independencia intelectual y el sentido crítico. Buscar la verdad con pasión, con ojos humildes. Aprender. Porque la universidad, sobre todo, enseña a aprender.

Los médicos cuentan con años de formación porque juegan con vidas. Nosotros manejamos ideas, hechos, mentes. ¿No se merece esta aventura un máster en Humanismo y Sociología antes de zarpar?


Muchas gracias, Nahum.


El mapa es el de la isla del tesoro ("por aquello de aunar cartografía y aventura periodística", dice Nahum).

martes, diciembre 12, 2006

Página en blanco


Ustedes sabrán qué escribir en esta página en blanco. ¿Hay algún periodista preocupado en la sala?

lunes, diciembre 04, 2006

¿Amas de casa?


El sábado un titular de El Correo decía: Condenan a devolver el dinero por el alta del gas a 500 amas de casa. Y surge una duda: ¿Por qué amas de casa?, ¿por qué no son ciudadanas, consumidoras, vecinas de Miranda de Ebro? Cabe pensar que la iniciativa partió de una Asociación de Amas de Casa, pero ese dato no ha entrado en el texto, está fuera de plano.
Y no suena bien, además. No obstante, yo siempre he mantenido que cuando una palabra hace referencia a algo que carece de prestigio, mejor que cambiar el nombre es luchar para que lo alcance, el prestigio. Por ejemplo, hace años que las poetisas no gozan del mismo renombre que los poetas. Algunas mujeres que se han incorporado al mundo de la poesía, en lugar de luchar para que sus poemas sean reconocidos, se hacen llamar poetas, como si de esa forma no fueran poetisas, como si el término en masculino les diera categoría.


La noticia más extensa puede leerse aquí.

martes, noviembre 21, 2006

Un invitado en la sala

Tengo el placer de compartir con vosotros un reflexión de David Álvarez, que ha aceptado amablemente acudir a la 'Sala de invitados'. David (en la foto) es periodista y tiene un blog, Balazos, que es conveniente frecuentar.



"Salí de la facultad en junio de 1999. Después de aquello, todavía asistí a algunas clases más de los cursos de doctorado, que no recuerdo y a las que no encuentro otro interés que el de cumplir los requisitos de un programa que no llegué a terminar. Incluso entonces pensaba eso. Aquellos han sido los últimos cursos a los que he asistido. Más tarde, he estado en dos redacciones, como redactor y como editor. Y en estos años me han ofrecido dos o tres veces un curso de Quark y otro de inglés, nivel iniciación. Desde hace mucho me pregunto si aquellas clases de junio de 1999 fueron las últimas, si de verdad se supone que uno debe cubrir ya el resto del trayecto con aquello. Voy a ponerlo de otro modo: me pregunto si las empresas periodísticas de verdad piensan que uno sólo tiene que aprender una vez en la vida, hasta los 22 o 23 años y que ya está, que con eso que le contaron cuando todavía no sabía nada era suficiente. O se puede poner también de otro modo: me pregunto si la universidad cree que eso es lo único que puede aportar, si de verdad no tiene argumentos para convencer a las empresas. O las empresas a sí mismas. Entre mis amigos, hay varios que son médicos. Todos los años asisten al menos a un par de congresos y a algún curso. A todo el mundo le parece normal: salvan vidas. A mí también me parece normal. Me alarmaría lo contrario. Lo que me extraña es que a nadie le importe que los periodistas dediquemos sólo cuatro años a estudiar, y que sean precisamente esos años en los que ni somos periodistas ni nada. Calculo que, después de salir de la facultad, uno puede trabajar al menos unos 40 años. ¿De verdad no se puede aprender algo más?".
Muchas gracias, David.

domingo, agosto 13, 2006

Seres impuros

Zigor Aldama me envía un regalo que quiero compartir: Una foto (que no consigo pegar) con su comentario, que copio porque creo que se entiende.

"La imagen esta tomada en un campo de Unicef cerca de Muzaffarabad, Cachemira paquistaní y uno de los bastiones de Al-Qaeda. Para que se entienda bien, quiero explicarte las condiciones en las que se tomó: Las mujeres son viudas del terremoto del pasado 8 de octubre. Gracias a la ayuda internacional, se reunen y reciben clases de costura, para poder rehacer económicamente sus vidas. Nunca antes han recibido ningún tipo de educación. Estas chicas, cuya edad va desde los 16 hasta los 50 años, estaban recluidas en una tienda de campaña aparte que pudimos visitar tras pedir permiso al responsable (hombre) del proyecto. Justo en el momento en que asomamos por la apertura exterior, las mujeres se cubrieron el rostro e incluso se echaron hacia atrás, casi casi como si las fuéramos a violar. Dadas las circunstancias, preferimos volver a pedir permiso y, lo que es más importante aún, que alguien les explique quiénes somos y por qué estamos ahí. Para nuestra sorpresa, el responsable, personal de la ONU (aunque, eso sí, local), entra en la tienda y vocifera algo. Para salir, no tiene inconveniente en apartar de un manotazo, exactamente como se hace con un perro, a una de las chicas que estorbaba su salida y, curiosamente, la que aparece en primer plano. Comenzamos a grabar cómo esta última cose un vestido de niño. En un momento dado, el chador se descuelga y se descubre su cara. Paramos las cámaras pero, para nuestra sorpresa, la chica sigue cosiendo, sin volver a cubrirse y para sorpresa aún mayor de las otras mujeres. No sé si es un acto de rebeldía, solo sé que cuando el responsable ve la escena, coge el pañuelo y se lo pone con muy malos modales. Por si eso fuera poco, un poco más adelante, visitamos un campo de la Jemaa Islamiya, uno de los grupos más radicales, responsables de los atentados de Bali. Como por arte de magia, vemos que las mujeres desaparecen tras escuchar unos gritos. "Están escondiendo a las chicas", dice Alex [su compañero en este viaje]. Y con toda la razón. No ha quedado ninguna. Tal ha sido la prisa que aún quedan platos por fregar, ropa por lavar y ropas que tejer. Le pregunto a uno de los hombres (de esos con pinta de Bin Laden) qué ha pasado con las mujeres. "Son seres impuros, y no queremos que aparezcan en las imágenes". ¿Cuántas mujeres mueren a manos de sus parejas en ese mundo? Nadie lo sabe, ¿por qué? Porque nadie se digna contarlas. A España aún le queda un gran trecho para acabar con esa lacra, pero en estos mundo, la dimensión es muy diferente, las mujeres son poco más que animales. O poco menos".

lunes, julio 17, 2006

Un invitado


Zigor Aldama (el único que va calzado en la foto) ha hecho una intervención en uno de los post y en mi opinión merece la pena ser tratada de forma especial. No me gustaría que pasara desapercibida y que no le prestáramos atención. Y tal y como está, es difícil que sea vista. Os la repito aquí:
"Lucia, quisiera hacer uso de este espacio de debate periodistico para plantear una pregunta que me asalto ayer al leer la prensa india, y que nada tiene que ver con los becarios...Viendo la primera pagina del Hindustan Times recorde los dias del 11-M. Las bombas de los trenes de Mumbai ya se han cobrado 226 vidas, mas incluso que las de Madrid. Lo que no pude recordar es el tono de las noticias de aquellos dias, pero me asombro el tono belicista de la prensa india, que poco menos exigia una invasion de Pakistan. Editoriales incendiarios y noticias con poco fundamento periodistico inundan las portadas de los diarios y las cabeceras de los telediarios.Por esto, me gustaria preguntaros, en vuestra opinion, que postura deberian tomar los medios de comunicacion en un momento como este, en el que la nacion en la que se publican esta consternada y llena de rabia (porque aqui el sentimiento de ira flota en el aire)? Pueden (y deben) desentenderse de este clima y tratar de seguir siendo mas o menos neutrales? Como se han de tratar estas noticias cuando el pais al completo ha determinado un culpable y quiere su cabeza?"
(El texto va sin tildes porque Zigor está viajando por Oriente, y no me apetece cambiar nada).
 
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