Era cosa de tiempo. Ayer la FIP se quejaba de que los periodistas enviados a China están siendo sometidos a persecución. Tiene cada cual una sombra, un comisario civil que impide que desarrolle su trabajo. La presencia de ese elemento tan útil para el régimen chino no es tanto inhibidora para los profesionales como para sus fuentes. De hecho, la FIP denunciaba ayer que después de que unos periodistas occidentales tomaran notas y fotos del derribo de una vivienda, les confiscaron sus cámaras y cuadernos. Eso, aun siendo grave, no lo es tanto como el hecho de que se llevaran detenido al hombre que había manifestado su indignación ante los periodistas. Se trataba de un ciudadano chino a quien habían derribado su vivienda.
El dibujo es de aquí y lo encontré en uno de los comentarios de A topa tolondro.
1 comentario:
Miedo me da que acaben los juegos. Pienso en la ciudadanía china.
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