Dice la Academia que monstruo es esto.
Y en los medios de comunicación se ha comenzado a presentar a Josef Fritzl, el jubilado austríaco que violó a su hija durante 24 años en un sótano de la localidad de Amstetten, y con la que tiene seis hijos, como un mostruo.
Me parece improcedente, porque no es sino un ser humano: muy malo, mala persona, no sé si loco. No creo que sea loco, ni si es peor castigo que lo internen en un manicomio o en una cárcel.
Pero me resisto a pensar que sea tanto un monstruo como un pobre hombre.
La foto, de cualquier medio.
1 comentario:
Lo cierto es que la quinta acepción del término corresponde bastante con los actos de este hombre...
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