Según recogía ayer '20 minutos', la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres y el Colectivo de Jóvenas Feministas han puesto en marcha una campaña bajo el lema El lenguaje sexista. ¡¡¡Otra forma de Violencia!!! Para ello han recibido financiación del Ayuntamiento de Córdoba (IU). En la campaña hacen propuestas de palabras en género femenino como lideresa, marida, miembra, jóvenas...
En esta noticia se da la conjunción de hasta tres majaderías: la propia de los colectivos que proponen, la del Ayuntamiento que financia semejante desatino y la del profesional que decide llevar eso a las páginas de un medio.
La niña de la foto se llama Sofía y esa ha sido su reacción.
16 comentarios:
¿Cuándo voy a ser periodisto?
¡Viva la Ayuntamienta de Córdoba, la Izquierda Unida y la alcaldesa!
Y que le cambien ese nombre machista a sus propias asociaciones. ¿Apoyo? ¿Lobby? ¿Europeo? ¿Colectivo? Dejes del patriarcado neolítico: deberían llamarse Plataforma Andaluza de Apoya a la Loba Europea (¡una nombra estupenda!) y Colectiva de Jóvenas Feministas.
Me encantaría ir a una charla de estas campeonas. No saben hacer la A con una canuta.
ANDER
Vaya despropósito.Para empezar, jóvenes y líderes ni siquiera parecen formas masculinas. Tampoco sé qué problema le ven al término esposas.
Pero ésto me recuerda a dos expresiones escuchadas últimamente: Penélope Cruz asegurando que Meryl Streep es su "héroe" y el presidente de la Federación de Colegios Profesionales de Enfermería, hablando en una rueda de prensa sobre violencia machista de muertas y no de asesinadas.
Total, que las feministas podrían trabajar sobre los malos usos del lenguaje antes de inventarse nuevos problemas.
Yo solamente espero a que llegue Nahum para que pregunte por qué no me gustan esos palabros. Buf, me voy a desahogar. Ahí va el Ebro. Pero hasta que llegue, me contendré.
Un respeto para el ayuntamiento de Córdoba, abanderado de la causa en materia de "lenguaje no sexista". Hace algún tiempo promovió la publicación de un líbro con el título de "Antología de poet@s conta la violencia de género". De poet@s. O sea, poetas y poetos, supongo.
No tiene desperdicio. Nahum, pregunta ya, joe!
¡Desahóguese, hija, desahóguese!
¿Por qué no le gustan?
Recuerdo que me enganché a este blog por una disputa parecida. Yo anunciaba, querida Lucía, que acabaríamos llegando a esto. Una vez rota la norma, ¿por qué no llevarla hasta sus últimas consecuencias?
De aquellos polvos...
Nahum: ¡Pero de dónde has sacado tú que estamos acabando! Esto es el principio de todo. Y tampoco es que hayamos llegado a esto sino que partíamos de eso.
Partíamos de críticas muy mal formuladas a la forma de expresarnos. Después llegaron quienes saben y pusieron los puntos donde deben estar. Uno de ellos fue, por ejemplo, Meseguer.
Esta tontería de maridas es una de las mayores que he oído nunca y, lo más grave, me parece perversa porque hace depender el femenino de la existencia del masculino. Si ya tenemos palabras como esposa, cónyuge, mujer… ¿Para qué necesitamos más? Además el término mujer en su acepción de esposa es bellísimo. Para darse cuenta de ello basta con aplicar la norma de la inversión. Y decir, por ejemplo, que tal es el hombre de cual, que suena de maravilla.
¿Qué pasa, que necesitamos el término marida porque un marido es más que una esposa?, ¿por qué suena mejor?, ¿por qué es más importante el marido, gana más o le llega antes el ascensor? ¡Qué majadería es ésta!
En lo de jóvenas también podríamos meternos. ¿Por qué una mujer no se ve reflejada en el término joven, así en ese género tan democrático?
Y lideresa. ¿Por qué reivindican una palabra que ya existe al lado de un engendro como marida? De todas formas, las palabras acabadas en –esa (o –isa, creo) hacen referencia a tareas que tradicionalmente no han gozado de gran prestigio: algunas mujeres prefieren llamarse a sí mismas poetas antes que poetisa; la alcaldesa era la esposa del alcalde hasta hace nada.
Y no me llames hija, que podría ser tu madre.
Joé, qué rápida, Mamá. Parece que tenías el hacha preparada, jeje.
Entiendo todo lo que dices y, obviamente, lo comparto, Lucía. Mi pega es contra quienes entienden el lenguaje actual como algo sexista y se olvidan de la economía del género neutro, por ejemplo. Y aceptan llevarlo hasta el absurdo, como en el caso de jóvenas.
Mira, rescato lo hablado hace casi un año en este mismo blog (y siento pillarte en un renuncio con lo de "jóvenas"):
NAHUM dijo:
"Cancillera". No sé, no sé.
Me suena fatal, Lucía. Lo mismo que muchos otros femeninos "conquistados". El español tiene un género neutro que sirve para designar tanto a masculino como a femenino. Si no, seguiremos despeñándonos por la verborrea del "todos y todas", "hombres y mujeres" y así. Creo que no te apasiona, pero Pérez Reverte se mofa con bastante gracejo de este exceso "conquistador".
Coincido contigo en que muchos casos son aceptables ("alcaldesa"). Pero, si seguimos así, ¿no acabaremos escribiendo "jóvenas", "estudiantas" y tonterías y tonteríos de ese estilo (y estila)?"
LUCÍA dijo:
Bueno, ¿qué problema habría en decir jóvenas? Es más, ¿qué problema tendríamos en aceptarlo?
Es una palabra que se entiende a la perfección. Yo diría que jóvena es el femenino de joven, y acertaría, aunque el DRAE aún estuviera sordo. Todo el mundo lo entendería. Para qué nos sirve la lengua sino para entendernos. No quiero pensar que la lengua es un tesoro en el que apenas podemos influir, me parece más una plastilina que se ajusta, con exactitud, a las necesidades de comunicación que nos podamos plantear. Ea.
LUCÍA dijo...
Creo que en este post acabo de dejar mi idea de lo que es y debe ser la lengua.
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La conversación (a raíz de un post sobre Angela Merkel) seguía. Ander terciaba con actores y actrices.
Yo no veo contradicción entre mis comentarios a la propuesta jóvena: A mí no me parece necesaria esa palabra sino como guiño que se hace para dar una información que la palabra no lleva, que es la información del género. Hace unos meses asistía a una charla sobre la diferencia de carácter entre los personajes masculinos y femeninos del cine infantil y la ponente, por abreviar, decía personaja después de habernos avisado de que de esa forma ahorrábamos tiempo. A mi vecina de asiento y a mí nos daba un ataque de risa cada vez que decía personaja. Está mal dicho, pero en aquel contexto lo aceptábamos. También aceptaría que alguien usara jóvenas si quiere marcar algo, otra cosa es que lo escribamos así, como si fuera una palabra correcta y de uso habitual.
Quizá con el paso del tiempo aceptemos jóvenas de la misma forma que hemos aceptado dependienta. No le veo problema. Si algún día se generaliza el uso de jóvena porque cada vez que se usa hay una persona que necesita dejar constancia de la marca de género, acabará siendo aceptada por la RAE y entrará al club de las palabras con marchamo. Y ya está. Sin problema. ¿Quién se extraña hoy de una palabra como presidenta? Y mira que los participios activos son secos para eso del género.
Pues yo no veo la necesidad de dar la información del sexo, a no ser que sea relevante. Es una de las ventajas que le veo al euskera, en la que no hay artículos que marquen el sexo y la mayoría de las palabras son neutras.
En cuanto a lo de esposas, a mí el único motivo que se me ha ocurrido (absurdo, como absurda es la propuesta) es que suena a esposada al marido.
A mí me molesta el monopolio que la RAE ejerce sobre el lenguaje. Creo que el lenguaje debería poder crecer y enriquecerse de manera más democrática. Y dado que en la RAE no hay ninguna o apenas ninguna (no conozco el dato) mujer, creo que deben contar con la opinión de los colectivos de mujeres a la hora de tomar decisiones como ésta. No creo que sea una nimiedad que muchas mujeres nos sintamos excluidas cuando se emplea el masculino como genérico.
Por eso me ha encantado este fragmento del comentario de Lucía: "No quiero pensar que la lengua es un tesoro en el que apenas podemos influir, me parece más una plastilina que se ajusta, con exactitud, a las necesidades de comunicación que nos podamos plantear".
Bueno, si queréis construir un edificio tan valioso y necesario con cimientos de plastilina...
Claro que la RAE se adapta a las necesidades del habla de la gente. Pero no antes de que estas se produzcan y extiendan. No forzados por cuestiones extra-lingüísticas exageradas que ignoran la gramática (la dichosa existencia del género neutro, por ejemplo).
Pensad todos vuestros argumentos y aplicarlos al lenguaje SMS que tanto cultivan los adolescentes. Se entienden, claro que se entienden... tras un rato de desciframiento. Se adaptan a las necesidades de comunicación que se puedan plantear. Y hasta se justifican por una cuestión de economía verbal.
¡Y mira que, a pesar de todo, siento que ese lenguaje sms les está haciendo cada vez más incultos y con menor capacidad expresiva...!
No creo que sea comparable. El lenguaje de los sms sólo se hace por economía verbal, como dices.
El lenguaje no sexista se reivindica como una medida más contra el machismo. Un machismo que asesina a casi setenta mujeres en un sólo año en un sólo país. El lenguaje influye en cómo se piensa. No es ingenuo ni aséptico. Yo creo que el hecho de que el masculino e incluso la palabra "hombre" sean considerados genéricos es preocupante en un momento en el que se aboga por la igualdad. El problema es que los intentos de remediarlo resultan ridículos.
Vaya berenjenal en que te has metido, June. No ves la necesidad de dar la información del sexo a no ser que sea relevante pero hay veces en las que el hablante o el escuchante precisan ese dato. El euskera no es perfecto y en ocasiones hay que añadir información porque en la palabra no aparece. Cada hablante se dota de recursos para ello.
La RAE no ejerce monopolio alguno sobe el lenguaje. La lengua crece y se enriquece en el sentido que los hablantes lo necesitamos y ahí no hay democracia que valga.
Crees que la RAE debería contar con la opinión de colectivos de mujeres porque su presencia es “ninguna o apenas ninguna”. Dos cuestiones a eso. ¿Crees que de haber una mujer, esa académica representaría a todos los colectivos de todas las mujeres posibles en un territorio tan extenso como España y América? ¿Crees que la Academia debe contar con la opinión de los colectivos de cualquier cosa para definir las palabras que les afectan?: ¿Presos, enfermos, minusválidos, gitanos, andaluces, magos, peluqueros…? Creo que ni en mil años de audiencias habrían resuelto el problema que se les plantea en los 20 primeros minutos de una jornada laboral cualquiera.
La Academia no debe consensuar las palabras que entran en el diccionario ni sus definiciones, ni sus posibles acepciones. Basta con que observe cómo se habla, cómo se expresan los medios de comunicación, cómo los literatos.
Por cierto, Nahum, cuando usas ese plural de “si queréis construir un edificio tan valioso”, ¿a quién te refieres?
Las mujeres no somos un colectivo, somos más de la mitad de la población mundial. ¿Alguien considera que los hombres son un colectivo comparable a los presos?
No digo que haya que meter mujeres en la RAE a la fuerza, ni que eso cambiase demasiado las cosas, sino que los académicos deberían en mi opinión escuchar a las mujeres (no como colectivo sino como más de la mitad de la población mundial), ponerse en su piel y ver que no se trata de una decisión aislada. No es un problema de forma, sino de fondo: es una forma más de discriminación, de desigualdad.
Pero yo soy la primera que digo que no se puede cambiar el lenguaje de la noche a la mañana ni caer en fórmulas ridículas como lo de jóvena.
Y reconozco lo del berenjenal. No creas que mis opiniones se fundamentan en años de reflexión y de estudio (para empezar porque no tengo muchos años). Supongo que será un defecto, pero no me aclaro hasta que no escribo. Pienso por escrito, vaya. Probablemente me iría mejor si reflexionase más. Y mi familia empeñada en que busque trabajo en la tele.
Pensar por escrito. Eso se merece un post específico.
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