lunes, abril 02, 2007

Ruedas de prensa

Oigo en la radio que a las ruedas de prensa de una importante feria taurina han comenzado a asistir los aficionados y que hacen más preguntas incluso que los periodistas especializados.
Los periodistas no vamos a las ruedas de prensa a discutir: vamos a trabajar. Y además las ruedas son un sistema de distribución de información que facilita la tarea a las fuentes, pero en realidad son un mal invento; mucho peor ahora, cuando a veces ni se puede preguntar. Y no hay preguntas por tres razones: porque la fuente no contesta a las preguntas, porque el periodista no está informado de nada para preguntar y porque todo el contenido de la rueda debe reducirlo a un corte de 20 segundos para su emisora.
Ya solo faltaba que las ruedas de prensa se llenaran de personal, ocuparan los asientos de quienes vamos a trabajar y, además, se enzarzaran en debates con los convocantes de modo que nosotros no pudiéramos preguntar. O se nos hiciera tarde.
Con la rueda de prensa lo que la fuente desea es ordenar el flujo de la información que los medios le solicitan. De una tacada, se resuelven buena parte de las necesidades de los profesionales de la prensa. Lo idóneo, por muchas razones, sería que esa información se suministrara en solitario al periodista, pero no siempre hay tiempo. Va rueda y a disfrutar.
Y ahora este nuevo invento. Es como si alguien se hubiera dicho eso de “Hala, meto a unos alborotadores, se comen la paciencia de esos incómodos periodistas, que, aburridos, se piran sin hacer sus preguntas, y a otra cosa, mariposa”.
No me parece mal que se hagan debates en directo con aficionados o personas interesadas, pero para eso ya se inventó el coloquio. Quien quiere va, escucha y después pregunta. A mí me ha pasado en una ocasión: acudir a una rueda de prensa convocada en el salón de Euskaltzaindia inmediatamente después de una conferencia; los asistentes a la charla se quedaron en sus sitios y después de que los informantes hicieran su intervención y los periodistas preguntáramos, el resto del público (que tuvo al sensatez, o falta de curiosidad, de no intervenir) prorrumpió en aplausos.
Por cierto, en este blog queremos, entre otras cosas, hablar de periodismo. Yo invito a quien desee hablar de toros a acudir a blogs de toros. La semana pasada hubo quien confundió las ramas con el tronco a la hora de intervenir. Para el caso que nos ocupa, debe darnos lo mismo que las ruedas de prensa sean de toros o sobre la división del átomo, ea.

7 comentarios:

javier dijo...

Gracias por el enlace.
El mundo taurino es diferente. Resumiendo, el incómodo suele ser el aficionado no el periodista.
La información taurina, salvo contadas excepciones, es mera publicidad de los interese taurinos (empresas-toreros-ganaderos etc).
Saludos

Anónimo dijo...

La información taurina, dice Javier, es "mera publicidad de los intereses taurinos".

En tonces, ¿aún quedan de aquellos periodistas y críticos sobre-cogedores?

Un saludo

Anónimo dijo...

Pues no había oído nunca algo así y a mí también me parece alarmante. También comparto contigo la preocupación acerca de las ruedas de prensa. Sin apenas tiempo ni información es imposible hacer buenas preguntas y discernir qué es cierto y con qué nos están vendiendo la moto. De esta manera son las fuentes las que deciden sobre qué vas a hablar, cómo y con qué datos.

No me ha tocado ir a aquellas en las que no admiten preguntas (y creo que una rueda de prensa sin preguntas no es una rueda de prensa, es una conferencia o un mitin) pero sí en las que el político de turno repite los mismos eslogan de siempre durante una hora y deja apenas 5 minutos para las preguntas de 20 periodistas.

En fin, que si se generaliza lo que nos cuentas, lo que faltaba. Aunque creo que sería una buena oportunidad para reconducirlo y animar a fomentar fórmulas de participación ciudadana.

javier dijo...

Contesto a Jmr.
Por ejemplo, en Internet hay dos grandes , y únicos, portales de información (publicidad) taurina.
Uno es Mundotoro, el administrador es Juan pedro Domecq , (un importante ganadero)y uno de de los que finacia es El Juli (importante torero). ¿Cómo se va hacer crítica a en ese portal?(http://www.ociocritico.com/oc/wp/?p=2068). Además se da el fenómeno del crítico taurino que al tiempo tiene una empresa de comunicación dedicada al mundo taurino.¿Cómo van a criticar a los clientes de su agencia?.(http://torear.blogspot.com/2007/02/sigo-flipando.html).
El otro portal es Burladero.es. cutyo vicepresidente tiene otra empresa de comunicación enfocada al mundo taurino (http://torear.blogspot.com/2007/02/joder-que-tropa-hoy-toca-burladero.html)

El problema en este mundo es que la publicidad proviene unicamente, salvo excepciones, de medios taurinos sobre los que se debe ejercer la crítica.

Luego está el tema del sobre sin mas. pero esa es otra historia.

(perdon por la extensión9

Anónimo dijo...

Este tipo de inventos demuestran hasta qué punto los periodistas hemos perdido el control sobre los mecanismos de la información. Las ruedas de prensa abiertas seguro que además se convertirán en una nueva fórmula de presión hacia el profesional, de manera que sus preguntas tengan que acomodarse al guión establecido. En una reciente rueda de prensa, aquí en el sur, quisieron ser tantos los ponentes, que algunos periodistas tuvieron que sentarse en el suelo. Era una convocatoria amparada por la Administración. Alguien protestó y estuvieron a punto de echarle. En esto hemos quedado.

Imposturas, S.A. dijo...

La rueda de prensa es una técnica en desuso. Resulta incómoda para los ponentes, pillados in franganti en preguntas que no saben responder. La forma de evitar estos descuidos es tan simple como suministrar la información a modo de comunicado, resumen, noticia mal estructurada. Narrada de forma pseudo-periodística, fuentes incluídas. En tiempos en que el periodista debe cubrir 6 ruedas de prensa, editar un informativo y además hacer cuñas publicitarias, no está mal que el trabajo venga ya hecho. Es muy bonito criticar la pérdida de esta técnica, yo lo hago gustosamente porque ha permitido que la profesión vaya perdiendo su sentido. Pero reflexionemos sobre por qué hemos llegado a ese punto y qué grado de implicación tienen los grandes medios de comunicación.

Anónimo dijo...

Yo no diría que están en desuso. Más bien es lo contrario. Nunca ha habido tantas ni tan mal organizadas.
(Por otra parte, el anonimato nunca es bueno. Menos cuando se usa para decir aquello que nunca se diría con firma, por el palo que nos caería encima, claro).

 
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