domingo, abril 15, 2007

«Las pintoras no podían asistir ni a las clases de desnudo»



Entre mujeres
Sara González de Aspuru/Directora del Museo de Bellas Artes de Álava
«Las pintoras no podían asistir ni a las clases de desnudo»

El Museo de Bellas Artes de Álava ocupa un palacete precioso justo frente a Ajuria Enea. En una edificación contigua, están alojados los cuadros técnicos necesarios para que todo funcione. A la cabeza, Sara González de Aspuru: sobre el papel, técnica responsable; de hecho, su directora desde 2002.
-¿Qué es el arte?
-¡Uf! Quizá es esa parte de la creación humana que necesitamos expresar y sacar de dentro y que, en un primer momento, y desde un punto de vista práctico, no tiene utilidad inmediata. Hemos necesitado expresarla desde el inicio de los tiempos.
-¿Hay artes que no son bellas?
-Ese es un concepto que viene de la cultura académica de finales del XVIII. Consideraban que lo artístico era lo bellamente estético. Las bellas artes eran la pintura, la escultura y la arquitectura. Pero hoy en día la belleza y el arte no están necesariamente ligadas. Es más, hay arte feísta.
-Cuente, por favor.
-Es un arte que puede actuar como un revulsivo en el cuerpo y en el alma. Nos puede provocar rechazo y hasta un sentimiento nauseabundo.
-También incomprensión.
-Eso es verdad. En el arte de los años setenta hay mutilaciones físicas del cuerpo y la mente casi ni lo acepta. Pero el artista va por delante de lo que ocurre en la sociedad.
-¿No hay también mucho majadero, con perdón?
-En todas las facetas de la vida hay oportunistas, gente que se sube al carro y gente que no cree en lo que está haciendo. Pero no me gusta generalizar. Siempre he tenido mucha fe en el arte, sobre todo en el arte contemporáneo. Es muy enriquecedor hablar con artistas porque dan visiones de la vida muy diferentes. La incomprensión se genera más en el público no habituado.
La foto es de Eduardo Argote.

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