Cantan, cantan y bailan. En Union Sq. es fácil ver a grupos de hip hop haciendo exhibiciones. Pero lo cierto es que no necesitan de una agrupación para cantar o bailar. El camarero del restaurante La Mela, en la calle Mulberry de la Pequeña Italia, me cantó una canción cuando supo que era española. Ninguno de los clientes se dio la vuelta para mirar.
Los dependientes de una tienda de ropa deportiva en Times Sq. no solo cantaban, también bailaban; y el que servía café en una tienda de la octava con la 45; y en East Village, en un cruce muy céntrico un joven de la talla ciento y pico cantaba y bailaba sin perder su sitio; y en la 43 cerca de Broadway un señor de unos setenta bailaba con los cascos puestos; y en Virgin, en la sección de discos, enchufado al aparato para degustar la música antes de comprarla, un joven negro no solo cantaba, interpretaba la canción que estaba oyendo para quien quisiera mirarle; y el cliente de una grocery muy cerca de Wall Street...
Y en el nudo de líneas de metro de Times Sq. el "profesor Edward Alvarado" tocaba al piano piezas aprendidas en su Cuba natal. Cuando le echaban una moneda o un billete de dólar, dejaba libre una mano para saludar y activaba alguno de los muñequitos a pilas que bailaban.
No sé quién es el viejo profesor Edward Alvarado, pero me encajaría perfectamente que alguien me dijera que es una gloria de los teclados, que tuvo sus grandes momentos de éxito, que tocó en las grandes orquestas; que es amigo de Rubén González.
La foto es de una agencia de noticias.
2 comentarios:
Muy bonitas tus historias de New York New York. Después de leerte, me iría mañana mismo.
Me sorprende este mensaje por la noticia que leí en EP hace poco. Por cierto, me acordé de tí cuando lo leí, aunque yo creía que lo tuyo era bailar en la playa.... Te dejo aquí el enlace, si puedo meterlo de alguna manera, para que me entiendas......
http://www.elpais.es/articulo/internacional/Nueva/York/muevas/caderas/elpporint/20060722elpepuint_4/Tes/
Si lo sé, me voy a esa manifestación de la que habla la información de El País. Ese mismo día, a las 8 de la tarde en Union Sq, había convocada una "vigilia" por los muertos de Líbano. Una vigilia es una concentración con velas. Nos juntamos unas cien personas. Mercedes Gallego me dijo que era todo un éxito.
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