XLSemanal publica en su último número una entrevista a Elsa Pataky. No me ha gustado, pero he querido leerla entera, para ver. Se puede leer aquí.
No me gusta el estilo. ¿Por qué?
El titular de primera: "Me encanta ser una sex symbol".
Ni es ella quien debe decirlo ni es encomiástico que lo sea. Es una frase que hace muy flaco favor (toda la vida deseando juntar estas dos palabras) a quien la pronuncia.
La entradilla: De incógnito toral, aterriza en Madrid para pasar dos días. Su mánager nos advierte de que «Elsa no está para nadie», excepto para XLSemanal. Hablamos con ella de política, amor… y, cómo nó, de su última película, Santos.
Errata en 'total'; uso de la primera persona y, además, en plural (cuánta modestia); marcando paquete de 'Hum, solo nosotros'; hablan de, huy, política, amor (claro), su trabajo (qué raro); ¿'No' lleva tilde?
Primera y segunda preguntas:
XLSemanal. Dígame, ¿nos coronaremos ambos con esta entrevista?
Elsa Pataky. [Carcajada] ¡Ay, no lo sé! Habrá que ver. Yo espero que sí.
XL. ¿Alguna pregunta por la que tenga preferencia?
E.P. No, la verdad es que no. Ninguna. Cuando acabemos de hablar, si veo que algo se nos ha quedado en el aire, tú no te preocupes que te lo diré.
En fin. Él la trata de usted, ella lo tutea. Cuánto procedimiento.
A lo largo de la entrevista hay hasta 23 pares de corchetes con comentarios que van de carcajada, risas, sonríe o sonrisa, silenciosa, asombrada, sorprendida (habrá querido decir 'atrapada') y seria. Cuántas emociones distintas y con qué frecuencia le ha causado el periodista. Ella es un prodigio de la expresión de las emociones. Él es el notario.
La adulación:
XL. Canta en 'Santos', y no lo hace nada mal.
Metaperiodismo:
XL. Confiese, ¿qué le gustaría estar haciendo ahora mismo en vez de esta entrevista?
Ella es intelectual:
E.P. [Risas] Me gustaría estar en una playa solitaria leyendo un libro. Ésta es la parte más difícil de los actores. La promoción es lo peor de ser actor. Te tienes que vender como persona más que como actor, y eso cuesta.
Sobre todo a ella, que es más actor que persona.
Esa lengua:
XL. Fuera de coñas, ¿a qué actriz le gustaría parecerse?
Una expresión que se repite más tarde:
XL. Ya, pero es usted, desde hace años, la mujer más deseada por los españoles en esas encuestas que tanto daño hacen a la que queda segunda, ¿cómo se le queda el cuerpo?
Esponjoso, podía haber contestado.
Doce preguntas destinada a la pareja de ella, Adrien Brody. Ella es consorte de un actor que le interesa mucho al periodista.
Una pregunta insultante:
XL. Rubia tonta, ¿qué siente cuando oye o lee el tópico?
Él creo que es moreno y muy listo.
El final:
XL. Claro, pero dígame algo bonito en rumano para terminar.
E.P. ¿Para que me lo recuerdes la próxima vez? Te iubesc.
XL. ¿Qué significa?
E.P. ¡Aaaaah!, eso sí que no te lo voy a decir.
XL. Lo buscaré. Ponga nota a la entrevista. ¿Hemos aprobado en este septiembre o nos toca repetir curso?
E.P. [Sonríe] Hemos aprobado. Me he reído mucho.
Casi ni me doy cuenta de que ella ríe mucho.
Ella coquetea con él, hasta el punto de que acaba diciéndole en rumano que lo ama; él coquetea. El espectáculo finalmente es impúdico. La foto es de Álvaro Villarrubia.
10 comentarios:
Penoso. ¿No hay un editor sensato en la revista?
De éstas se publican bastantes, sobre todo en los semanales -¿no hay tiempo? ¿los periodistas de los semanales son los suplentes?-. Las entrevistas en cuestión debieran titularse "diálogo de besugos", como en el antiguo TMO
Menos mal que algunos os esforzáis en subir el liston
besitos
Bueno, bueno, la habilidad para subir el listón es algo que no se le puede negar a Pataky.
(¿Un berritxuarra despidiéndose con "besitos"? Te me estás haciendo un burguesito indautxuarra).
Hay quien entiende que una entrevista es una cuestión de colegas y quien piensa que es un encuentro entre un rendido admirador y el objeto de su admiración y además se empeña en demostrarlo. En las facultades hemos aprendido siempre (algunos seguimos intentando explicarlo) que una entrevista no es nada de eso, pero parece que tenemos escaso éxito.
Pues sí, estoy de acuerdo con todo lo dicho. El entrevistador sólo busca satisfacerse a sí mismo o, en el mejor/peor de los casos, a cierto sector de hombres que se identifiquen con ese coqueteo sinsorgo. Creo que el objetivo es sacar lo mejor de cada personaje, o al menos intentarlo. Ese papel de sex symbol, "las rubias no somos tontas" se lo sabe de memoria, no da para más. De haber intentado sacarla de ese estereotipo lo mismo hubiera dado una agradable sorpresa. Y de no ser así, el periodista al menos podría estar orgulloso por haber cumplido.
Por cierto, opino que una cosa es mantener aquellas preguntas que nos hagan vivir una conversación real, fresca, espontánea... Y otra hacernos perder el tiempo. Lo digo por las primeras preguntas.
"¿Es más difícil para las actrices que para los actores?" (rodar escenas de sexo) No entiendo a qué viene ese presupuesto sexista.
"¿Alguno (tatuaje) que no esté a la vista?" D.B. pensará que ha hecho una entrevista sexy. A mí me parece increíblemente baboso.
Lucía, ¿Cuántas páginas ocupaba esto en el papel? Quiero decir, ¿cuánto papel, tinta, y color se ha desaprovechado y despilfarrado en vez de contar algo interesante?
De verdad que es lamentable.
Deprime un poquito saber que entrevistas como estas ocupan páginas de una revista. Ni sabía nada interesante a cerca de Elsa Pataky ni lo sé después de esta entrevista. Es una colección de tópicos, protagonismo del periodista y falta totalmente de contenido. Creo, que entre otras cosas, queda muy a la vista que la prepración de esta entrevista fue nula. Ni hay prepración ni documentación previa y por mucho que hayan intentado venderlo como un diálogo, una conversación o una entrevista parece más bien un cuestionario. (¿Alguien ha leído al periodista repreguntar algo coherente?)
Sólo leo cosas como: ¿qué le gustaría ser de mayor, cómo está el cine español, es díficil hacer escenas de cama, Obama, Zapatero, Rajoy, tatuajes, canta en la ducha...? ¡Qué tonterías son estas! ¿esto es una portada?
Además de los paréntesis (sosprendida, asombrada, etc...) me encanta el "cambiemos de tercio" después de 10 pregunta sin hablar de nada en concreto ni con fundamento. En fin, lamentable.
¡Qué mala leche me genera esto!
Y como dice Ander, no sólo tiene culpa el periodista sino toda la revista. ¿ni siquiera las erratas del primer párrafo las corrigieron? ¿Estaban todos los editores de vacaciones?
No sé, ¿6 páginas más la portada?
Echo en falta la gran pregunta: "¿Tiene alguna anécdota para contar?".
También faltan otros dos clásicos:
-¿Qué consejo daría a una joven que quieres ser actriz?
-¿Hay algo que no le haya preguntado? ¿Quiere añadir algo?
Y las tres cosas que se llevaría a una isla desierta. Debió de ser una buena pregunta las primeras cien o mil veces.
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