martes, noviembre 21, 2006

Un invitado en la sala

Tengo el placer de compartir con vosotros un reflexión de David Álvarez, que ha aceptado amablemente acudir a la 'Sala de invitados'. David (en la foto) es periodista y tiene un blog, Balazos, que es conveniente frecuentar.



"Salí de la facultad en junio de 1999. Después de aquello, todavía asistí a algunas clases más de los cursos de doctorado, que no recuerdo y a las que no encuentro otro interés que el de cumplir los requisitos de un programa que no llegué a terminar. Incluso entonces pensaba eso. Aquellos han sido los últimos cursos a los que he asistido. Más tarde, he estado en dos redacciones, como redactor y como editor. Y en estos años me han ofrecido dos o tres veces un curso de Quark y otro de inglés, nivel iniciación. Desde hace mucho me pregunto si aquellas clases de junio de 1999 fueron las últimas, si de verdad se supone que uno debe cubrir ya el resto del trayecto con aquello. Voy a ponerlo de otro modo: me pregunto si las empresas periodísticas de verdad piensan que uno sólo tiene que aprender una vez en la vida, hasta los 22 o 23 años y que ya está, que con eso que le contaron cuando todavía no sabía nada era suficiente. O se puede poner también de otro modo: me pregunto si la universidad cree que eso es lo único que puede aportar, si de verdad no tiene argumentos para convencer a las empresas. O las empresas a sí mismas. Entre mis amigos, hay varios que son médicos. Todos los años asisten al menos a un par de congresos y a algún curso. A todo el mundo le parece normal: salvan vidas. A mí también me parece normal. Me alarmaría lo contrario. Lo que me extraña es que a nadie le importe que los periodistas dediquemos sólo cuatro años a estudiar, y que sean precisamente esos años en los que ni somos periodistas ni nada. Calculo que, después de salir de la facultad, uno puede trabajar al menos unos 40 años. ¿De verdad no se puede aprender algo más?".
Muchas gracias, David.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

En la universidad no creo que se aprenda mucho, por no decir nada. Se aprende trabajando, pero claro no te dan opcciones ni para ello.

Anónimo dijo...

En la universidad y trabajando se aprende, aunque cosas distintas.

June Fernández dijo...

En los bancos hacen un cursillo cada dos o tres meses, en las peluquerías aprenden técnicas nuevas constantemente. En cambio, en periodismo, el llamado cuarto poder, nada de nada. No tengo ni idea de cuál será el motivo. Tal vez tenga que ver con la idea generalizada de que en la carrera no se aprende. No he oído a médicos, bancarios o peluqueras decir eso.

Si una persona tiene afán de aprender, lo hace en todas las oportunidades que se le presenten en la vida. Y la carrera, además de conocimientos teóricos, da la oportunidad de codearse con cientos de profesionales del periodismo, expertos y estudiantes de cuyas inquietudes también se aprende. El que no aprende en un contexto así es por ignorancia o prepotencia.

Anónimo dijo...

Discrepo radicalmente de anónimo: en la Universidad se aprende lo más importante. Y se sientan las bases.

eVa dijo...

Hola, David:
Estoy completamente de acuerdo en que los periodistas en ejercicio debemos seguir formándonos y, también, que las empresas deberían facilitarnos la tarea. Me parece que la Universidad lo está intentando con los másters, aunque no sé si está acertando en el método. ¿Cuáles crees que son las carencias más importantes? ¿Derecho, economía, idiomas...? Me gustaría conocer tu opinión y la del resto. Un saludo.

Anónimo dijo...

La facultad de Lejona tiene demasiadas carencias, mejor no recordar la odisea para coger un estudio, para hacer una practica de quark o para cualquier otra cosa. Sobre lo que falta, en la de Lejona creo que es muy notable la falta de idiomas.

Totalmente de acuerdo con euskalherritarra con los rebotados y la gente que solo va a clase a molestar al resto.

Anónimo dijo...

¡Qué lástima que alguien tras pasar por la universidad asegure que no ha aprendido nada!, ¡qué derroche y desperdicio! Sobre todo, si pensamos en que hay gente que se ha visto obligada a trabajar porque no tenía medios para estudiar a pesar de que le hubiera encantado y lo habría aprovechado.
Por otro lado, tampoco creo que la universidad deba suministrar los conocimientos de absolutamente todo lo que se necesitará después para trabajar bien. Es obligación del estudiante llegar a la universidad sabiendo escribir, sabiendo manejar el bolígrafo o el ordenador, por ejemplo. Las universidades no son academias de idiomas. Las lenguas, incluida la propia, se deben aprender en otros lugares, y se debe llegar a la universidad sabiendo dónde se pone la coma o qué palabra se acentúa.
No se puede exigir que la universidad suministre los conocimientos de todo, porque ni da tiempo en 4 ó 5 años ni es su función. En ocasiones he oído a algún estudiante de Periodismo quejarse de que en la facultad no se escribe tanto como se debiera. Seguro que es cierto, pero también es verdad que algunos solamente escriben aquello que les mandan, sin poner nada de su parte para incrementar el aprendizaje. ¿En qué cabeza cabe que un pianista pueda llegar a ser un virtuoso sentándose al teclado solamente en el conservatorio?, ¿qué no tenga, por ejemplo, interés alguno en escuchar música o frecuentar salas de conciertos? ¿Por qué, entonces, se acepta que algunos estudiantes de periodismo no lean los diarios?
De la misma forma, tampoco son las empresas quienes deben suministrar todos los cursos de reciclaje a sus trabajadores. Está muy bien que lo hagan. En ocasiones, además, serán imprescindibles, pero el trabajador también debe saber que es obligación suya mantenerse al día. Eso sí, como la profesión periodística trabaja como trabaja, con esos horarios tan extensos, no estaría mal que se dieran facilidades a los trabajadores para que sigan formándose. En ocasiones es terrible. Ya nos sabemos de algún medio que se ha mostrado incluso incapaz de comprar un diccionario para que los redactores puedan hacer sus consultas.
Estoy pensando que acaso lo que pasa es que los periodistas no tenemos a gala acudir a que nos enseñen, como los médicos o los abogados, que deben estar al tanto de todas las novedades del sector. Quizá no lo tenemos prestigiado; quizá no nos lo exijan. Quizá creamos que el mundo sigue como nos lo entregaron.

Zigor Aldama dijo...

Vaya, Lucia, el mundo cambia, pero, realmente cambia tanto la profesion periodistica como para necesitar cursos de reciclaje? De que? De como utilizar la ultima version del Quark o de conectar el bluetooth al ordenador? De disegno de paginas web? Me gustaria que los que han hecho referencia a esta carencia me la explicaran porque, en esencia, creo que el periodismo no ha cambiado tanto. Eso de 'buscar la verdad' sigue siendo lo mismo. El problema es que hay gente que nunca lo ha sabido. Los medicos, los ingenieros, etc, tienen que estar mucho mas actualizados sobre nuevas tecnicas y aplicaciones, me parece a mi.

En cuanto a la facultad, me parece que uno aprende dependiendo de la base que ya tiene y de las ganas que le pone. Sin duda, estoy de acuerdo con Lucia, la universidad no es una facultad de idiomas (que, por cierto, me parece vergonzoso el nivel existente en general en nuestro pais). Pero tampoco se deberia ensegnar a maquetar con ciceros, que me da la risa. Ni los profesores deberian acudir a clase a leer 'su libro'. Diria que tambien se les debe exigir ese empegno y, como se ha dicho, vocacion, a los profesores. Hay muchas asignaturas que, por la forma que el docente tiene de impartirlas, podrian perfectamente sustituirse por la lectura de un libro. Es triste, y no me cabe duda de que muchos alumnos, al final, es lo que prefieren.

En la uni se deberia escribir mas pero, jode, tambien se deberia escribir mas fuera de ella. Actualmente todo el mundo tiene un ordenador y una camara. Pero, ah claro, es que eso es mucho esfuerzo y no me va a conseguir el aprobado que, no lo olvidemos, es muchas veces lo unico que interesa.

No se cuanto se aprende en la facultad, depende de cada uno supongo, pero sin duda tiene sus puntos positivos (y eso lo dice uno que no la ha frecuentado). Como decia June, encontrarse con gente de la profesion, y con algunos buenos profesores (pocos) que si nos muestran cosas que luego nos serviran a la hora de ejercer. Como la duegna de este espacio, por ejemplo.

Anónimo dijo...

El mundo cambia, ya lo creo que cambia, y aunque no lo hiciera, se deberían fomentar encuentros con otros periodistas para que nos digan lo que están haciendo, cómo lo están haciendo y cómo creen que se puede hacer mejor.
Los congresos de periodistas son una forma excelente de discutir, además, con gente empeñada como nosotros en hacer las cosas no solamente mejor, sino en hacerlas bien.
Es conveniente, además, que los periodistas y otros grupos profesionales conversen y se enseñen cosas mutuamente. Todos los días cambian las leyes, todos los días hay novedades en medicina, todos los días se dan grandes pasos en la enseñanza... De todo eso informa el periodista, debe conocerlo al dedillo. ¿Quién mejor que quienes conocen las novedades para explicárselas bien antes de tener que informar?
No sé si nuestro invitado en la sala se refería a eso, pero ya que estamos, yo sí lo creo.
Gracias por tus amables comentarios, Zigor.

Zigor Aldama dijo...

Vale, yo tambien voto por los congresos, que no son cursos de reciclaje. Esos ultimos generalmente son unas cuantas horas lectivas sobre algun aspecto nuevo de la profesion. Los congresos cuentan con la interactividad que si resulta de gran utilidad para nuestra profesion.

Para cuando el congreso en la Uni?

Anónimo dijo...

Me parece que hay dos tipos de cosas interesantes que se pueden hacer.
Por un lado, están los cursos específicos sobre asuntos nuevos: por ejemplo, las células madre. En mi anterior trabajo, un día me dijeron que pasaba a ocuparme de los temas de salud, y ahí se quedó la cosa: ni un curso, ni un libro, ni una declaración de intenciones. Y como las células madre, pues hay mil cosas. Los expertos deberían pasar más por las redacciones.
Luego también está lo que Zigor llama los cursos de reciclaje, o los congresos, que van al mismo objetivo. Evidentemente, hay muchísimo del periodismo que no cambia, como no cambian las matemáticas. Pero también es evidente que no todos los periódicos son iguales, que no cuentan las mismas historias, ni de la misma manera, ni se enfrentan a los mismos problemas, ni tienen las mismas secciones, ni... Ideas nuevas, nuevos problemas, vida para los medios, para los periodistas... También mejora de las técnicas, y aquí no me refiero al Quark, no, que sí que hay técnicas en el periodismo, como las hay en todos los oficios. Si un novelista es capaz de escribir la segunda vez una novela más ambiciosa que la primera, ¿no funcionará algo similar para un periodista?
Creo que hay muchas cosas que aprender, aunque no sea fácil encontrar cómo, ni dónde, ni cuándo, ni con quién.

Mrs.Doyle dijo...

Es un tópico pero es lo que creo: el aprendizaje está en la actitud del individuo y éste es el máximo responsable de este proceso.

En la vida y en las aulas hay que hablar de APRENDIENTES y no de ESTUDIANTES y si me apuráis mucho hablaría de ADQUIRIR más que de APRENDER...

Anónimo dijo...

Un apuntillo breve: creo que entre los periodistas (al menos, algunos) se da una circunstancia un tanto peculiar: no creen necesario hacer cursos de nada. ¿Prepotencia? ¿Ignorancia? ¿Pereza? Prefiero creer que no se trata de que piensen que no tienen nada nuevo que aprender. Pero tampoco me extrañaría que fuera así. Y es verdad que la técnica quizá no cambie tanto (que sí cambia; que alguien eche un vistazo a un periódico de hace 20 años para comprobar cómo ha cambiado el estilo y la estructura narrativa de los reportajes y entrevistas), pero lo que sí cambia muchísimo es el mundo. Y tenemos que entender cómo es si queremos contarlo a los demás.

eVa dijo...

Perdonad que insista. Creo que todos estamos de acuerdo en que los periodistas debemos estar aprendiendo siempre; de una manera o de otra, pero aprendiendo. Me gustaría concretar un poco más. ¿Qué contenidos creéis que son básicos para todo periodista, independientemente de su especialidad? Concreto más todavía. ¿Conocéis algún libro o cursillo, a través de internet o fácilmente accesible, sobre derecho o economía? Muchas gracias.

Zigor Aldama dijo...

No son libros-cursillo pero a mi me parecieron muy interesantes (aunque quiza un poco tocho) 'El malestar en la globalizacion' de Stiglitz, y 'The world is flat', que no se si esta publicado en castellano. No son tratados de economia, pero me parecieron buenos para entender los engranajes del mundo globalizado, en su vertiente economia. Los recomiendo a todos los periodistas... y a quienes no lo son.

Sinceramente, creo que siempre hay que aprender, porque la vida es eso, un aprendizaje constante. Pero no estoy seguro de que el metodo academico sea el mas apropiado, por lo menos en mi caso. Cada uno es un mundo.

Anónimo dijo...

Quizá la academia también tenga que aprender cómo hacerlo.

Anónimo dijo...

Lo que está claro, es que nuestro mundo es un plano inclinado. El que no se esfuerza por crecer, decrece. Y lo peor de todo, el decrecimiento se produce poco a poco, día a día. Sin que te enteres. Ves que el que escribe a tu lado se arruga y encima salpica: es tu jefe y quiere que no des problemas, más allá de lo que puedas aportar nuevo.
La universidad está muy bien, pero para asentar una base. El resto le toca a cada uno: seleccionar las lecturas, autocorregirse mucho y cuidar los detalles. Así lo veo. La gente está demasiado de vuelta de todo y contra eso no hay cursillos.

Aupa Zigor y David, gracias por la recomendación de Politkóvskaya. Estoy enganchadísmo a "Una guerra sucia". Tremendo.

eVa dijo...

Gracias, Zigor, por las sugerencias. Seguimos en contacto.

Anónimo dijo...

Para mis queridos periodistas: No se si se ha estrenado ahi, pero hay un documental titulado 'The war tapes', rodado por soldados estadounidenses en Irak que merece ser visto. Aqui, en China, como es posible encontrar de todo a dos duros, pues uno se pone las botas...

Inaki, bienvenido a bordo. Lo que veo en este mundo no es que haya un decrecimiento, es que esta sostenido en el crecimiento continuo, y quien no crece parece que pierde. No hay mas que ver las cuentas de resultados de las empresas: solo ha ganado un 4% MAS que el agno pasado. Y lo dicen con SOLO. Y eso se puede trasladar a otros ambitos del mundo.

Anónimo dijo...

También se ha luchado toda la vida por lograr el derecho al voto en el total de la población, pero actualmente hay muchas personas, algunas de ellas bien doctas, que no ejercen el derecho al voto. ¿Una pena? Para mí, no. Una opción más, al igual que quien va a la Universidad y decide 'meter' horas extras en la cafetería, pues algunas de esas personas que no acuden al cien por cien de las clases, después son precisamente quienes más destacan (evidentemente no tiene por qué ser así, pero repasen a la gente que les rodea para ver sí puede ser). También hay que reconocer las cosas como son, porque en las universidades los incompetentes al lado de la pizarra existen, y más cuando se trata de funcionarios. ¿No es cierto? ¿O siempre el responsable es el 'estudiante'? ¿O los profesores cubren todas sus horas de despacho? A ciencia cierta puedo decir que no. De esta manera, pienso habría que distribuir las responsabilidades.

Por cierto, algunos medios de comunicación no tienen ni para enviar periodistas a todos los acontecimientos, ¿cómo van a gastar dinero en un diccionario, cuando éstos son gratuítos a través de Internet, que ésto sí que tienen?

Tampoco estoy de acuerdo con que los periodistas no están a gala de que les enseñen, ya que una de sus tareas funsamentales es acudir a personas para que le informen, ¿o eso no cuenta como enseñanza?

Otra cosa. Buen apunte, las universidades no son escuelas de idiomas, pero cuando éstas reciben ayudas por meter contenidos en otros idiomas, pasan a tener mayores responsabilidades, sin ser una escuela de idiomas, ya que ahí entra el dinero público, que debiera de responder a las necesidades de la sociedad, la cual aboga por la multiculturalidad y los idiomas. No exigibles, pero sí opcionales, así debieran de ser los idiomas en las universidades, pues vivimos en una democracia y cada una acude a la universidad a aprender lo que le venga en gana, incluso a desarrollar su cata de cafés mientras no se legisle lo contrario.

 
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