lunes, noviembre 03, 2008

Periodistas requeteenterrados

Unai Aranzadi es uno de esos periodistas que pesan mucho menos que la información que envían. Ha estado en todas partes, y apenas si sabemos de él. He tenido la suerte de conocerlo este otoño. Me escribe:

Lucía, buceando en tu blog me he topado con este amargo recuerdo, el asesinato de Martin Adler en Somalia.

Cuando mataron a Martin en Mogadiscio, yo estaba allí con él. A los pocos minutos de su asesinato, muchas televisiones del mundo comenzaron a llamarme al satélite. Ofrecían a cada cual más plata por mi exclusivo reportaje sobre la horrible guerra que esos días se libraba en ese olvidado rincón del cuerno de África... Lamentablemente -todo hay que decirlo- un occidental asesinado suele situar en el mapa determinados conflictos bélicos.

Fue un trago amargo... Conversar con alguien que desde hacia tiempo admiraba y, en cuestión de horas, saber que ha sido asesinado realizando tu misma tarea. Cuestión de suerte, diría alguno.

Martin era fotógrafo, realizador y periodista, como yo. Tratamos de hacer de todo para sobrevivir en una profesión en la que los contactos, el pedigrí y la propaganda importan mucho más que el propio periodismo.
Al cabo de dos meses regresé a Somalia, bajo la acusación de "estar loco". En ese viaje me di cuenta de lo efímero de nuestra vida y nuestro trabajo, es increíble lo rápido que se puede llegar a olvidar a un periodista asesinado. O al menos a un periodista que no va de estrellita mediática o que no responde a los intereses de ningún grupo editorial. Es como ser asesinado dos veces. Requeteenterrado en el olvido.

En fin, corto ya, que esto es un blog y no un discurso.


La foto es del propio Aranzadi; un periodista getxotarra, de mi pueblo.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Quedan pocos como él, y menos que van a quedar. Los medios -los grupos mediáticos- quieren periodistas fáciles, amables, manejables y baratos.
Unai no cuadra con los tiempos que corren.
Es defensor de causas perdidas; también de la suya.
Además es un perverso. Sólo se acuesta con su novia.
Habría que apadrinar a esta clase de periodistas, aunque se equivoquen.

Anónimo dijo...

Por cierto, Lucía, ¿por qué carajo no puedo firmar con Albardäo?
Lo he probado pero he tenido que recurrir al anónimo

Ander Izagirre dijo...

Uf, uf.

Ander Izagirre dijo...

Ante las preguntas, debo aclarar que "uf, uf" significa que estoy impresionado por el trabajo de Unai y por el panorama periodístico que pinta.

Anónimo dijo...

Simpre estará el Periodismo para desenterrar lo requeenterrado. Uf!

momodice dijo...

Albardäo: No sé, siempre puedes salir como anónimo y firmar al final.

Kike dijo...

Hola Lucía. Para variar, soy un ex alumno tuyo que hace no demasiado se paseaba por tu despacho. No voy a negar que siempre he tenido claro que lo que necesito es hacer lo mismo que Unai. Pero si tras dejar un puesto cómodo, bien pagado, con buenas condiciones y en mi tierra me he dado cuenta de lo negro que pinta el panorama, mis dudas sobre como llegar a ser un periodista de guerra siguen siendo de todos los colores.

¿Son todos gente que se costea el viaje de su propio bolsillo y luego sobrevive a base de vender reportajes? ¿Agencias, medios de comunicación? ¿Por dónde empieza uno a mirar estas cosas?

Es muy duro, lo sé, pero sé que tarde o temprano voy a intentarlo...

Zigor Aldama dijo...

Lucía, me alegro mucho de ver a Unai en este rincón del ciberespacio. Creo que su trabajo es de los que se merecen un detenido análisis. Por un lado está lo que Unai nos trae del mundo, la visión no mediatizada de los conflictos. Por otro, la pobre imagen que refleja el periodismo cuando los grandes medios le hacen vacío.

Albardäo da en el clavo con su comentario. Y yo me atrevería a decir que otro periodista que nos regala perlas en este blog, Ander Izagirre, tiene ciertos puntos en común con Unai. No es que lo vea con chaleco antibalas en Somalia, pero también se dedica a un periodismo poco comercial que, en su caso, tiene la dificultad añadida de que consigue interesarnos sin una sola gota de sangre.

Creo que deberías unirlos a los dos para dar una clase magistral en la uni. Así quizá salieran más Kikes.

Anónimo dijo...

¿Una clase?
Si no los contienes tendrás todo un ciclo de conferencias.
Organiza turnos para hablar, y no lleves pacharán a la cita.
Aviso.

Ander Izagirre dijo...

No es falsa modestia: cuando leo los trabajos de Unai y sus relatos sobre esos trabajos, siento que el título de periodista se me encoge hasta quedar hecho un gurruño. Sinceramente.

Me quito la boina y doy gracias a Tutatis por el hecho de que existan seres con esa peculiar desviación como la de Unai :-)

Y, como Zigor, suscribo de pe a pa el primer comentario de Albardäo.

Anónimo dijo...

Hola Kike. Yo no quiero desanimarte. Todo lo contrario. El artículo publicado en el blog
no lo es en realidad. Quiero decir que era un comentario sobre el texto de Lucía acerca
del asesinato de Martin Adler que finalmente ha salido resaltado.

Acerca de la profesión de "reportero de guerra" decirte que es extremadamente dura. Lo es
por todos los motivos obvios que ya conoces y lo es porque se trata de una realidad
incómoda que en general no se quiere escuchar. Vivimos en tiempos en los que los
semanarios están repletos de cremas, escapadas de verano y entrevistas a actores y
cantantes. De la televisión en España mejor ni hablemos... Además se trata de política y
eso es mojarse "bravo" como dicen Colombia.

Pero no solo esto azota al reportero ilusionado en cambiar el mundo por medio de su
trabajo. La propia actitud de muchos editores y productores no ayuda. Existe un
canivalismo profesional feroz y una precariedad preocupante. Lo que pagan por temas de
internacional es ridículo, sin embargo mi queja no es económica, sino humanitaria y ese
es el punto del comentario publicado sobre Martin Adler.

Somos profesionales de usar y tirar. Cuando les interesa te llaman y te tratan de
"enviado especial" y cuando quieren te dejan de llamar rompiendo pactos y te olvidan,
llegando a situaciones de desprecio e ingratitud que acaban minándote en lo emocional.

A mi me encantaría poder decir que es la profesión mas rentable del mundo, que los medios
son grandes espacios de encuentro entre humanos y que te tratan con dulzura o al menos
mucho respeto. ¡No soy así por gusto! Mi tristeza con respecto al oficio me la han creado
algunos personajes que no tengo miedo en decirlo: son mas bien mayoría en los puestos de
responsabilidad.

Mas que tu ilusión no decaiga compañero. A mi me gusta recibir correos y llamadas de
gente como tu. Tenéis la ilusión, las ganas y estáis cargados de valores: el cinismo
todavía no os ha afectado y que coño, el futuro es vuestro.

Esta etapa de explotación y prepotencia acabará pasando. Ellos representan la cara oscura
del negocio y tu Kike la vida y el periodismo. Ellos tienen hoy el poder, pero los
periodistas tienen la fuerza. Algún día las gentes con responsabilidades que ha
contribuido a que la situación este así de mal tendrán que agachar la cabeza. Nada es
para siempre. Así que te invito a que nos acompañes en este perro pero maravilloso
oficio. Ir a las guerras a documentar muerte para crear vida.

Gracias por vuestro aliento.

Zigor Aldama dijo...

Lo dicho, Lucía. Es hora de que en la universidad tengan voz gente como Unai y Ander. Que los estudiantes dejen a un lado, aunque sea por un momento, los cíceros y la teoría política para escuchar de gente que realmente sabe lo que es el periodismo de primera línea (entre quienes te incluyo) lo que supone ser periodista de verdad. Como dice Unai en el comentario anterior, es necesario que los estudiantes estén llenos de ilusión, aunque luego se den de bruces con la puñetera realidad. Por lo menos tendrán más agallas para enfrentarse a ella y buscar un lugar más justo.

Ander, por su parte, es otro de los periodistas que admiro, a pesar de que le he visto comer ensalada. En serio, creo que es muy difícil encontrar en lo cotidiano historias como las que él nos cuenta. Yo lo tengo fácil, porque en China casi todo suena exótico.

Por eso, creo que ambos darían una perspectiva del periodismo que es necesario trasladar. Pero hacedlo cuando esté en Bilbao, que quiero asistir. Si no, habrá que buscar la forma de hacer una videoconferencia...

momodice dijo...

No he tenido tiempo hasta hoy de atender ni éste ni otros blogs, porque la obligación se come todo mi tiempo. El tiempo libre ha dejado de tener ese carácter desde hace unas semanas. Os agradezco los debates que montáis, aunque no sé por qué, siempre me pillan fuera. Gracias a todos.

 
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