
Hasta ahora no me había dado cuenta: la remodelación del Gobierno ha dado al traste con la paridad. Ahora son 7 mujeres y 10 hombres. Se puede ver aquí.
Sobre periodismo, periodistas y todo género de cosas. En este sitio están proscritos el sexismo y la pena de muerte, lo diré siempre.

Un individuo entra en un bar de Chicago a las cinco de la tarde y pide tres whiskies. No uno tras otro, sino tres a la vez. El camarero se queda un poco perplejo ante tan insólita petición, pero no dice nada y le sirve lo que le ha pedido: tres whiskies escoceses, colocados en fila sobre la barra. El cliente se los bebe uno tras otro, paga y se va. Al día siguiente, aparece de nuevo a las cinco y pide lo mismo. Tres whiskies a la vez. Y vuelve al otro día y al otro, y así durante dos semanas. Finalmente, el camarero no puede reprimir por más tiempo la curiosidad. No quisiera meterme donde no me llaman, le dice, pero lleva dos semanas viniendo por aquí y siempre me pide tres whiskies, y simplemente quisiera saber por qué. La gente los pide de uno en uno. Ah, contesta el cliente, la respuesta es muy sencilla. Tengo dos hermanos. Uno vive en Nueva York y el otro en San Francisco, y los tres estamos muy unidos. Para honrar nuestra amistad, entramos cada uno en un bar a las cinco de la tarde y pedimos tres whiskies, brindamos en silencio a la salud de los demás, y hacemos como si estuviéramos juntos en el mismo sitio. El camarero asiente con la cabeza, entiendo por fin el motivo de tan extraño ritual, y se olvida de la cuestión. El asunto dura cuatro meses. El individuo va todos los días a las cinco de la tarde, y el camarero le sirve las tres copas. Entonces ocurre algo. El hombre se presenta una tarde a la hora acostumbrada, pero esta vez solo pide dos whiskies...

Luisa Etxenike/Escritora





La fotonoticia aparece en la Fotogalería de El País de hoy. Y no lo entiendo. Ya sé que si nos vamos al sentido estricto de la palabra guisa la frase es impecable, pero cualquiera que maneje el castellano con cierta soltura sabe que esa palabra se usa en comentarios despectivos. No entiendo la inquina ni la razón por la cual un medio de comunicación ha de ponerse en evidencia cuando habla del ex presidente de Gobierno, pero solamente cuando ese ex presidente es Aznar.
Este año, y a modo de homenaje, los estudiantes de mi asignatura en la Universidad debían leer algún libro de Ryszard Kapuściński. Podían elegir entre ‘Los cínicos no sirven para este oficio’, ‘Ébano’ y ‘Un día más con vida’. Recojo algunas de las cosas que responden cuando se les pregunta qué han aprendido: