lunes, diciembre 29, 2008

Si te invita la familia real...


Yo no cambio ni una línea. Aparece publicado aquí.

Si te invitan a un acto o recepción de la Familia Real, no dejes que el miedo a meter la pata te haga quedar mal. Tratar con ellos no es difícil si aprendemos unas sencillas normas:

¿Cómo les saludo? Con un apretón de manos. Además, los hombres pueden hacer una pequeña inclinación de cabeza y las mujeres, una pequeña reverencia.

¿Cómo me dirijo a ellos? A los Reyes: “majestad”, “señor”, “señora”; a los príncipes de Asturias: “alteza”, “señor”, “señora”; a las infantas: “alteza”, “señora”; y a sus consortes: “señor duque”, “duque”.

Recuerda que... La Familia Real está compuesta por los Reyes, los príncipes de Asturias y sus hijas, las infantas, sus consortes y sus hijos. Los otros parientes son la familia del Rey.

Los aristócratas. Sus títulos indican su categoría social. Sólo los duques tienen, de forma inherente, la Grandeza de España. Los tres principados de España (Asturias, Viana y Gerona) pertenecen al heredero de la Corona.

Las posibilidades de que los lectores de 'Mujer hoy' seamos invitados a un "acto o recepción de la Familia Real" son estadísticamente similares a la probabilidad de que nos toque la lotería sin haber comprado un décimo en nuestra vida, de modo que es una información muy útil, tanto que ya iba siendo hora. Pero ya que la tengo, cómo iba a olvidarme (digo, por aplicar el "Recuerda que...") de que la Familia Real está compuesta por los reyes.

El capítulo: "Cómo me dirijo a ellos" es fundamental. Puedo decir majestad, señor, señora, alteza e, incluso, señor duque.

Respiro tranquila.

Y por contrastar si hemos aprendido bien, os dejo el resultado de la lectura de esa información en Albert Pla.


2 comentarios:

Eurodrigo dijo...

Cierto que la noticia está escrita muy a lo tontaina.

Pero nunca se sabe. A mí, que no me considero lector habitual de Mujer Hoy, me tocó darle la mano a los Reyes (y a un tal Jordi Pujol) en cierta ocasión y tuve que hacer la dicha inclinación de cabeza. Cosas del protocolo. De la misma manera que al entrevistar a alguien se trata a la persona de usted; es una formalidad. Aunque nuestro interlocutor no lo exija (ni en muchos casos queramos o lo merezca), es un gesto de respeto.

El protocolo y las formas de tratamiento no son moco de pavo. No es algo del día a día, pero se me ocurren bastantes casos donde es necesario saber lo básico. Por ejemplo, qué saludo habría que usar dirigiéndose a las autoridades locales (concejales, alcalde) al hablar en un evento en el que están presentes. O al enviarles cartas. Supongo que es lo mismo para instancias administrativas y papeleos similares.

En Sudán, la gente tiende a usar "Su Excelencia" en cartas para invitar a jefes de gobierno locales o a cualquier funcionario de medio pelo. Ese término está reservado (según el contexto) a embajadores, presidentes... Yo siempre lo peleo, porque con "Honorable" van que chutan. No hay que glorificar a los políticos, ni otorgarles privilegios injustificados. Menos prebendas, y más dar el callo. :-)

Al final, el usar o no usar la forma de tratamiento depende de cada uno. Hay que decidir el delicado equilibrio entre el contexto, el respeto (o la falta del mismo) que se tenga por la otra persona, y las ganas o disposición que tengamos a salirnos de la norma social (y las consecuencias que eso pueda implicar). Todos somos libres de hacer lo que queramos, pero hay ciertas implicaciones. ¿Os pondríais a pegar saltos y gritos en mitad de clase, por mucho que os apetezca?

Pero bueno, si no se usa el término correcto, no se va a caer el mundo. Claro que no. Mi madre (ama de casa y muy posiblemente lectora de Mujer Hoy) también acudió al acto con los Reyes. En el vinillo de después se acercó a ellos y les dijo, más campechana que todo, hablando de mi hermano: "Este es mi otro hijo. De la misma edad que el vuest... que el príncipe. ¡Y igual de alto!" Una de las escenas más surrealistas de mi vida. Pero a lo que iba, no uso "Majestad" ni nada parecido. Y no pasó NADA. :-)

momodice dijo...

Lo que me llama la atención es la forma en que se plantea la información. Si se hubieran valido de un recurso tipo: "Y quienes acuden a recepciones reales deben ...", habría pensado que es normal satisfacer esa curiosidad en esa ciudadanía que desea obervar todos los mundos, y los de la realeza pueden despertar mucho deseo de conocer.
Pero vamosssssssssss, de ahí a plantearlo como si esa fuera una actividad de cada domingo por la mañana...

 
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