
La política española no es que esté precisamente atacada por el hacinamiento de partidos. Y a cuenta de estar cada día más claras las cosas, todo se complica, porque el bipartidismo será muy claro pero elimina los matices. Del PP al PSOE, y vuelta a empezar. Solo el panorama político se adorna de blancos y negros; el resto del mundo, nuestras ideas y opciones, están, afortunadamente, en la gana de un infinito de grises.
Pero, al menos, la composición del Parlamento español va cambiando: dos legislaturas por partido. El PSOE tendrá tiempo de completar sus programas, como antes lo tuvo el PP de Aznar. Probablemente en las próximas elecciones, Rajoy ya sacrificado, haya desaparecido y ganará un PP con nuevas caras.
Sin embargo, en mi barrio hay un partido que lleva años sin que nadie le arrebate el balón.
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