miércoles, noviembre 15, 2006

Por la igualdad de ellos

Estas ideas son las que me rondan la cabeza. Algunas ya las he publicado con ocasión de diferentes eventos. Veamos qué respuesta hay.
El mundo que tradicionalmente ha ocupado la mujer pertenece al terreno de lo privado, de la familia, del hogar, de los afectos, de los sentimientos, de su expresión. Hasta hace bien poco el hombre no había sido instruido para ser el colaborador más activo a fin de que la mujer logre una plena integración en la sociedad.
A principios del siglo XXI la situación es muy distinta. No están dados todos los pasos para la igualdad, pero podemos sentir la satisfacción de que por lo menos tenemos los mismos derechos. Las leyes han igualado a hombres y mujeres, aunque no dispongamos todavía de los recursos suficientes para que esa igualdad esté garantizada. Además, nunca como ahora hemos podido ser tan optimistas, nunca hemos estado tan cerca, nunca ha sido tan corta la distancia entre los anhelos de justicia y su consecución.
Los movimientos feministas surgieron con el objetivo de que la mujer alcanzara los mismos derechos que los hombres. Ya se vería si ella, todas o alguna, quería ejercer esos derechos. Con el paso del tiempo, y a medida que la sociedad se ha ido haciendo más justa y bella, más igualitaria, se vio que la conquista de los derechos reivindicados por la mujer devenía en beneficio para todos los humanos, independientemente de su sexo. La baja por maternidad, por ejemplo, es un derecho conquistado por la mujer pero del que hoy pueden gozar también los hombres. La existencia de guarderías en el puesto de trabajo es un beneficio conseguido como consecuencia de la incorporación de la mujer al mercado laboral. Con esa incorporación de la mujer, el mundo del trabajo se humaniza.
Durante el siglo XX la mujer ha demostrado que deseaba y podía alcanzar otras metas: ha querido ser atleta de elite, gobernar un país, crear un medicamento, dirigir una película, subir al Everest. Algunos hombres, probablemente los elementos más evolucionados de la especie, han hecho también una importante apuesta por la igualdad. No solamente no ponen trabas a las mujeres para que se incorporen al mundo del trabajo, sino que además participan al 50% de las tareas del hogar.
Es hora de reivindicar la igualdad también del hombre, y de mostrarla. Cuando ella ha querido incorporarse al mercado laboral, se ha topado con grandes problemas e, incluso, algunos medios siguen remisos a mostrar a la mujer en igualdad con el hombre, a pesar de que muchos terrenos ya los tiene conquistados.
El varón que haga una apuesta firme para conquistar ese mundo de lo privado en el que ha reinado la mujer durante siglos no se va a encontrar grandes obstáculos. Ella no le va a dificultar esa tarea. Aquellos que miren al hogar y declaren su deseo de incorporarse en él a esas tareas que hoy por hoy les son tan extrañas no van a encontrar las puertas cerradas, las mujeres no se van a atrincherar ni van a luchar por la exclusividad de ese espacio. Es más, la mujer le dará todo tipo de facilidades a ese hombre que aún está a la intemperie, porque sabe que solamente se conquista la igualdad practicándola, ejerciéndola en todos los terrenos. Y porque además será de todo punto imposible que la mujer logre la igualdad si los hombres se mantienen en ese destierro.
Los medios de comunicación tienen la obligación de aprender de sus errores, y si la igualdad de la mujer ha tardado en hacerse pública, deben reaccionar ahora con premura y mostrar no solamente a esos hombres sino los múltiples beneficios de esa incorporación, porque aquellos que ya han llegado a su parcela de obligación en el hogar son partícipes de una cosa que la mujer siempre ha sabido, que la esencia de la felicidad se encuentra entre quienes amamos.

12 comentarios:

PLS dijo...

Cuanta razón tienes. En los medios de comunicación no vemos a padres contentos de llevar a sus hijos al colegio, de llevarlos al pediatra, de pasear con ellos por el parque. Estos personajes masculinos hoy no son protagonistas de las historias del periódico y la televisión pero yo veo muchos, cada vez más, por las mañanas a las puertas del colegio y en la cola del pediatra,...
A ver si los periodistas y los guionistas de las series de televisión se enteran y cuentan estas actividades como normales y cotidianas.

………..porque aquellos que ya han llegado a su parcela de obligación en el hogar son partícipes de una cosa que la mujer siempre ha sabido, que la esencia de la felicidad se encuentra entre quienes amamos.

Ander Izagirre dijo...

Chimpón, Lucía.

Ander Izagirre dijo...

O sea, pleno asentimiento para rematar la pieza.

Anónimo dijo...

Para crear algo de polémica y evitar el aburrimiento de la coincidencia: estoy de acuerdo en mucho de lo que dices, Lucía, pero no en todo. Quizá sea por mi educación, por el ambiente laboral en el que me muevo (que cuida especialmente a la mujer) o yo qué sé por qué, pero intuyo varios tópicos en tu texto. Aspectos que hoy día ya están superados:

1. "Aquellos que miren al hogar y declaren su deseo de incorporarse en él a esas tareas que hoy por hoy les son tan extrañas". ¿Extrañas? Insisto, mi intuición al respecto es vivencial (de mis padres, hermanos casados, amigos en pareja), pero, desde luego, a ninguno les son extrañas esas tareas. Cocinan, planchan, limpian y le dan el biberón al niño. Ni a mí me resultan extrañas, que vivo solo con tíos.

He estado pensando en los medios de comunicación y, en la ficción al menos, esos estereotipos tampoco se cumplen hoy día.

2. "Algunos hombres, probablemente los elementos más evolucionados de la especie, han hecho también una importante apuesta por la igualdad". Habría que definir "evolución" y "especie", porque la vanguardia intelectual y artística de nuestra "especie", muchos de los más "evolucionados", fueron auténticos sátrapas con sus esposas y/o parejas: Juan Ramón Jiménez, Picasso, Sartre, Wagner...

Sin más, por romper la unanimidad.

Anónimo dijo...

Nahum: aunque te parezca extraño la tribu a que perteneces no es precisamente la mayoritaria. Aunque quizá sería más correcto sustituir 'extrañas' por 'ajenas'. Intuyo que tampoco así estarás de acuerdo.
La segunda frase, la de la evolución de la especie, no creía yo que necesitara de mayores explicaciones. Es evidente que los humanos estamos evolucionando en nuestro comportamiento, y que esa evolución está llevando a los hombres al cuidado de la familia. En todos los procesos de transformación se producen grandes faltas de sincronía.

Anónimo dijo...

Pues no sé yo si ha llegado ya ese momento, la verdad. Yo sigo viendo a ambos sexos muy metidos en sus papeles de siempre, aunque no tanto como antaño. Pero sí sería bueno que los medios de comunicación reflejasen esa realidad y saliera el anuncio del detergente con el señor diciendo "mire usté cómo me deja los gayumbos el Dixán". Pero no, aún no es tiempo de que el hombre tenga que hacer fuerza para que se le reconozca tanto mérito, no es para tanto, oiga.
Sigue habiendo mucho estereotipo y mucho machismo, en las mujeres también, que algunas defienden a capa y espada "su" papel tradicional. El hombre plancha, sí, pero la mujer le abronca porque no plancha como ella quiere (al revés no pasaría). Cuida a los niños, sí... pero la mujer dice que los malcría y que les da todos los caprichos y que así cualquiera. Cocina, sí, pero gasta mucho en comprar, no sabe mirar el euro, empuerca toda la cocina y quema la tortilla o deja el arroz teniente. O sea, las cosas las hace, pero no "como una mujer", lo que es otra forma de machismo.
Y no hablo por mí, pese a que soy amo de casa y mi mujer empresaria. Yo soy un buen amo de casa y a mi mujer le encanta mi cocina. Pero la mujer tiene unos valores que trata de imponer siempr en la relación de pareja en cuanto a la cosa doméstica, y es que la casa ha de estar a gusto de la mujer, por ejemplo. Y de esto puedo discutir lo que haga falta, oiga.

Anónimo dijo...

Y ya que has sacado el tema te invito a que vayas a mi blog, busques, y te leas "La casa de ellas".

Anónimo dijo...

Oz: Nos sería a todos mucho más fácil llegar a tu blog si nos dieras la dirección.

June Fernández dijo...

Qué faena. Se me ha borrado todo y había escrito la biblia. Resumo: propongo una idea como intermedia entre Lucía y Nahum. En mi entorno mi aita, porque es músico y trabaja los fines de semana, y mi aitite, porque su salud es mejor que la de mi amama, hacen todo en casa. Así que estoy acostumbrada a eso y a ver en mi entorno a hombres que hacen casi la mitad o por lo menos bastante.

Por lo tanto, ¿no puede ser que más que falta de igualdad el problema sea que los hombres siguen necesitando mostrar su "virilidad" y siguen temiendo ser vistos como calzonazos?

Como lo de llorar. En mi entorno los hombres lloran tanto como las mujeres (más reprimidos y con más vergüenza, eso sí) pero en cambio se sigue diciendo que los hombres no lloran.

Lucía, hace días comenté que en El País se había titulado una entrevista a Segolene Royal como "Segolene, la política elegante", o algo así. 20minutos hizo ayer lo mismo titulando algo así como "La candidata telegénica". ¿Creéis que se hace los mismo con los políticos?

Jesús Sanz Rioja dijo...

Muy puesto en razón. Cosa que no es nada fácil hogaño.

Anónimo dijo...

¡Y por qué no sale mi dirección si siempre la pongo! grrr... www.comopienso.com

Anónimo dijo...

En serio ¿tú conoces alguna pareja en la que haya sido el hombre el que eligió las cortinas?

 
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