Se llama Nadia Ghulan, tiene 21 años y es afgana. La mitad de su vida se ha hecho pasar por un hermano muerto, para poder trabajar y sacar adelante a dos hermanas, su madre y su padre, enfermo de la cabeza. Con diez añitos tomó esa decisión. Ahora ya no quiere seguir en esa impostura. Ha venido a Barcelona a que le reconstruyan la cara destrozada por una bomba. Esos ojos tan bellos son de una jovencita que sabe que va a perder muchos derechos si se declara mujer, pero lo es y no quiere seguir andando como un muchacho.
La foto de EFE la firma Julián Martín
1 comentario:
Lo dije y lo reitero:
"¡Alianza de Civilizaciones, ya!"
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