Una de los problemas que conlleva la violencia doméstica es la sensación de impunidad de los asesinos. Se nos informa con puntualidad de los nuevos casos pero no se produce un seguimiento, de modo que los lectores pueden tener la impresión de que se producen ataques y muertes, de que los maltratadores son detenidos salvo que se suiciden, pero raramente son condenados.
El periódico de hoy es una excepción: aparecen dos casos de juicio, uno de ellos con resultado de 40 años de condena. Son el caso de un mosso que asesinó a su esposa y a su suegra y simuló que había sido un ataque desde fuera. En CSI se habrían frotado las manos de la cantidad de errores que cometió: por ejemplo, olvidó su reloj bajo el cuerpo de la esposa.
El segundo es la noticia del inicio del juicio de un asesinato producido en Durango. La esposa se llamaba Ofelia y tenía dos hijos. Él le metió el cuchillo con tal fuerza que dobló la hoja y se hizo un esguince en la muñeca. No recuerda nada, ni siquiera la lesión de su muñeca, y aún no sabe por qué lo hizo. Qué pena, porque si supiera la razón a lo mejor lo absolvían.
La foto, que publica hoy El Correo, es de Ignacio Pérez. El acusado de la muerte de Ofelia es el de la derecha.
10 comentarios:
Hace poco dije lo mismo en la redacción: parece que matan y luego no pasa nada. Y sí pasa. Debería notarse más, es cierto.
40 años de condena...
¿Cuántos permite la ley que cumpla realmente?
40 es el máximo permitido por la ley. En su caso, y si no tiene antecedentes, es posible que en diez o quince le den la condicional.
En España, la pena máxima que se puede cumplir son 30 años. Se puede reducir y lo normal es que se cumpla un tercio. En el caso de los terroristas, con condenas de miles de años, sucede que cumplen muy poquitos de ellos, de modo que a veces salen a la calle cuando aún viven las viudas de quienes han asesinado.
"de modo que a veces salen a la calle cuando aún viven las viudas de quienes han asesinado".
Incluso a veces te ponen una cristalería en los bajos del edificio...
Lo más llamativo son sus evidentes signos de insociabilidad. Para mucha gente, la cárcel supone reconversión y arrepentimiento, pero para otros es un mero trámite. En ese sentido, creo que hay escasas ayudas institucionales (lo creo, por los numerosos casos de reincidencia).
Una persona que realiza públicamente amenazas, no puede salir a la calle. No inspira ningún tipo de pacifísmo.
Fdo: Edu Oyarzabal
Lo siento, he escrito haciendo referencia a otro tema. Pensé que trataba acerca del caso "De Juana Chaos", que la verdad, no sería mal tema.
Fdo. Edu
"En 2003 se modificó el Código Penal para ampliar
hasta 40 años la condena máxima".
Esa es la información que me envía Ander. Confío en que todo el mundo llegue hasta aquí para ver la rectificación.
Lucía: Ya lo decía yo unos comentarios antes... Pero veo que no me creías. Jejeje.
No fue eso, Zigor, confíe más en mí, aun desinformada.
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