Es Emilio Fernández Morenatti, fotógrafo de EFE en excedencia y trabajando en este momento para AP. Lo han secuestrado en Gaza cuatro hombres armados hasta los dientes.
Está solo. Quizá le obliguen a convertirse al Islam como a Centanni y Wiig, a quienes secuestraron en agosto, y ya comentamos en este blog.
3 comentarios:
Antes los combatientes trataban de cuidar a los periodistas y ser amables con ellos para que reflejaran una buena imagen. Ahora los periodistas se han convertido en objetivos. Como dice la familia, aún no se sabe qué quieren los secuestradores, pero, desde luego, no es una operación de imagen. Bueno, sí, claro que es una operación de imagen, pero en el sentido contrario: en lugar de caer bien al mundo y "vender" la nobleza de su causa, pretenden meter miedo y mostrar lo bestias que pueden llegar a ser. El secuestro de periodistas (y trabajadores de oenegés) es un altavoz de sus amenazas.
Cada vez entiendo menos que el hecho de que exista otro bando que actúe también brutalmente despierte ninguna simpatía hacia estos bestias. ¿Cómo puede ser que las salvajadas de un fanático te hagan mirar con buenos ojos al fanático de enfrente?
Ander, ¿estás seguro de que antes los cuidaban bien?
Un apunte curioso que me ha llamado la atención a este respecto.
Este mediodía, en Cuatro o en la Sexta (siento no recordar cuál de los dos), la noticia se ha presentado de la siguiente manera: "El secuestro de periodistas es consecuencia de la tensión de la zona". Quizá la frase no era exacta, pero se me ha quedado una cara de que estaban implícitamente (y quizá sin darse cuenta) justificando el secuestro que pá qué...
Afortunadamente ya fue liberado. La noticia aparece hoy en todos los diarios.
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