Zigor Aldama, de viaje por Oriente, en concreto por Birmania, me envía este correo. Como creo que es de interés general, me lo llevo a la sala de invitados.
Es lo que pasa en las dictaduras, que normalmente uno no se da cuenta de la represión hasta que la sufre en carne propia. El jueves por la tarde, una de las personas que estaba utilizando como contacto para llegar hasta los partidos de la oposición, me informó de que iba a celebrarse una manifestación en una calle cercana, en el centro de la capital, Yangon. Aproveché que Nisu quería echar la siesta y recuperarse del rompehuesos trayecto en autobús desde Bagan para salir a echar un vistazo y, como no, hacer unas fotos.
Pero las cosas se pusieron feas cuando llegó la Policía y se puso a repartir leña, en la mejor línea de los países con regímenes autoritarios. Alguien reparó en el tipo alto y blanco que estaba tomando imágenes discretamente, pero con una cámara poco discreta. Preguntas. Respuestas del tipo de "Soy turista, pasaba por aquí, y tal". "A ver esas fotos. Bórrelas inmediatamente y acompáñenos". Ese fue el momento en el que pensé que se descubriría que estaba tratando de ponerme en contacto con la oposición. El registro revela en mi cartera la acreditación de la Asociación de Periodistas, y la actitud empeora, aunque siempre es correcta. Afortunadamente, el registro también revela mi carta de UNICEF, lo cual creo que ayuda bastante. Myanmar no quiere problemas con la ONU.
No pasa ni una hora hasta que alguien con muchas estrellas y cara de pocos amigos entra en la habitación, visiblemente cabreado pero con una decisión tomada. "Dadas las circunstancias, y visto que estaba tomando imágenes de forma ilegal, sin ningún tipo de permiso, no vemos obligados a cancelar su visado y pedirle que abandone el país". Pensábamos irnos en cualquier caso, así que no supone un gran trauma. Afortunadamente, nada sobre la oposición ha trascendido, a pesar de que sus contactos se han esmerado en hacerme entender que hay espías hasta en las alcantarillas.
8 comentarios:
Quizá sea una tontería, pero creo que esa mención de los contactos de Zigor con la oposición sería mejor no publicarla, ¿no? (Y luego eliminar también este comentario). No es que crea que alguno de los lectores habituales de este blog sea un espía birmano, pero vamos...
Menudo susto. Y ha tenido suerte de que el sello s�lo lo lleve en el pasaporte y no en la cara en forma de cicatriz. "Es lo que pasa en las dictaduras". Y lo que ocurre con aquellos que desean ir m�s all� de lo establecido. Enhorabuena, Zigor.
Y Ander, �tienes ya hecha la maleta?
La historia de Zigor me recuerda bastante a la que te ocurrió a ti, Iñaki. ¡Vaya par de periodistas! Ánimo con vuestro trabajo.
Zigor ya ha salido de Birmania; si no se ha publicado la información que le llevó allí, se publicará en breve y no creo que debamos permitir que los tentáculos del poder de ese país lleguen tan lejos, hasta este blog.
No lo decía por Zigor, lo decía por sus contactos birmanos. Quizá suene un poco paranoico, pero a mí me dieron un toque por algunas cosas que escribí sobre Yibuti (alguien que vivía allí, que me contó cosas que yo publiqué y luego que me dijo que... por si las moscas... hubiera preferido no verlas publicadas).
Aversimexplico. La película que me he montado es: no ha trascendido que Zigor hubiera tenido contactos con la oposición birmana (Zigor sólo lo ha contado en ese mail privado). Y quizá no es conveniente para esos opositores clandestinos que se sepa que tuvieron contactos con un periodista extranjero.
Me parece que mis precauciones son excesivas porque no se da ningún nombre ni ninguna referencia de esos opositores, pero bueno, yo me quedé sorprendido con el caso de Yibuti ("y menos mal que Yibuti no tiene embajada en España", me dijo aquel hombre, temeroso de que alguien del Gobierno leyera ciertas cosas) y ahora me paso de precavido, pensando que esta historia pueda ser alguna pista que conduzca hasta esos opositores birmanos.
Opositor birmano. Cómo suena. En esta vida hay actividades chungas, como ser socio de la Real o afilador a pedales, pero "opositor birmano" no estará tampoco entre las mejores...
¡Cómo molestan siempre los testigos incómodos que al regresar a casa van a contar las cosas como las vieron y no como quiere el Gobierno que se cuenten!
Queridos amigos del Bloc de Notas: Finalmente, despues de la expulsion de Birmania y de mi miniexilio en China (donde este blog esta censurado), he tenido que esperar a aterrizar en los Emiratos Arabes Unidos, para poder daros las gracias por vuestros comentarios, y hacer una pequegna reflexion al respecto de lo que se ha dicho.
En primer lugar, Ander ha dado de lleno en el blanco. 'Opositor birmano' es una de las cosas (profesiones?) mas chungas que se puede ser. Sin embargo, cada vez son mas, mejor organizados y, por lo tanto, con mayores posibilidades de conseguir algo. Desde aqui mi mas sincero respeto por su valor. Como dice Inaki, yo me he llevado el sello en el pasaporte, pero muchos de ellos se lo llevan por el cuerpo (y, todos, en el alma).
En segundo lugar, Lucia me pregunto si podia publicar el email tal y como estaba y, teniendo en cuenta que se habla en general, creo que es correcto hacerlo. No se dagnara a nadie.
Por ultimo, quisiera aprovechar este espacio como invitado para impulsaros a vosotros, periodistas inquietos e incomodos (para el poder), a que indagueis mas sobre todos los conflictos olvidados (o enterrados) de este planeta. Si no es por nosotros (que no copamos titulares ni nos llevamos premios jugosos), para el resto del mundo ni existirian.
Dentro de tres dias regreso a casa en busca de un merecido descanso que se que no voy a encontrar. Mientras tanto, me achicharro en Dubai.
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