martes, junio 19, 2007

Contra los contactos

La Asamblea Andaluza de Mujeres Periodistas ha iniciado una campaña de sensibilización contra la publicación de anuncios de contactos en los diarios.
Y dicen:
Tres meses después de que la Comisión mixta Congreso-Senado sobre los Derechos de la Mujer recomendara la retirada de los anuncios de compraventa de “servicios sexuales” la petición ha tenido poco éxito. Sólo un medio –20 minutos- ha aplicado esa supresión.

[...] se niegan como periodistas a ser cómplices silenciosas de empresas que participan en el “negocio” de la prostitución.
[...] Reclaman a todos los periódicos que se editan en esta comunidad [Andalucía] y a todos los que en ella se difunden que haciendo uso de la autorregulación eliminen de sus páginas, en el menor plazo posible, los degradantes anuncios que contaminan y ponen en cuestión los idearios éticos y objetivos de estas publicaciones. Que terminen con este comportamiento hipócrita y que hagan público un calendario al respecto.


Me pregunto por qué razón son siempre mujeres las que desarrollan más este tipo de sensibilidades. Probablemente, se lograrían las cosas mucho antes si los hombres también participaran activamente en su erradicación. No hablo de la prostitución, sino de la publicación de los anuncios, que, desde hace unos años, además, vienen acompañados de fotografías absolutamente impropias.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

O sea que de tu última frase deduzco que al menos habría que controlar las formas. Efectivamente, me parecen repugnantes tanto las fotos como los textos. Sería un avance.

En círculos feministas y corrientes como la queer y la pospornografía opinan que censurar la prostitución, considerar denigrante ser trabajadora del sexo (como les gusta llamarlo) es algo derivado de la moral católica. Así que yo en principio soy partidaria de prohibir la prostitución y, por tanto, su publicidad, pero este tipo de reflexiones me dan qué pensar. Porque, por ejemplo, ¿cómo casa la prostitución masculina con la idea de que la prostitución es una forma de explotación de la mujer? No sé, no sé, pero mientras tanto estaría bien eliminar la publicidad o al menos moderar su tono, si no por cuestiones morales, por lo menos por no ser contenidos aptos para menores.

Y a que los hombres se sensibilicen ayudaría que socialmente se dejara de ver la contratación de la prostitución como una diversión, un simple pasatiempo, o algo inherente a la virilidad. Las mujeres sentimos lástima por las que venden su cuerpo, mientras que los hombres casi hasta envidian a los gigolós, lejos de verlo humillante. O eso creo.

Anónimo dijo...

En primer lugar, no venden su cuerpo. Si acaso, lo alquilan en fracciones de 20 minutos.
No se puede prohibir la prostitución; porque se practicaría en la clandestinidad. Eso nos lleva a que debe regularse, que no es lo mismo.
Y no creo que las mujeres sintamos lástima por las prostitutas, sino por algunas prostitutas, y por algunas ejecutivas de las finanzas también.

Anónimo dijo...

Otra pijada más postmoderno-andalucista. Y van unas cuantas en lo que llevamos de año. ¿Ya no hay cosas más importantes que investigar que lo de RUBIAMACIZORRA120PECHO SERVICIOADOMILICIO?
A nadie le obligan a leer esos contactos, es más, están discretamente incluidos en los anuncios por palabras, por los que la mayoría de la gente pasa sin detener la mirada.
Si se quitasen estarían cortando una importante fuente de ingresos diarios a la prensa.
Además de no solucionar un problema, crearía otro. El que busca carne, diversión, contactos o simplemente echar un polvo tiene mil fuentes de encontrar información y personal dispuesto. Los anuncios de la prensa son simplemente una más.
Y si nos ponemos en plan censor, ¿por qué no quitar de las páginas también los inmobiliarios? ¿O los de maquinaria agrícola y ganado? ¿O por qué no suprimir las informaciones rosa, donde por cierto sale también mucho zorro/a sin profesión reconocida?

Anónimo dijo...

Entrar a debatir la regulación de la prostitución es muy largo y complejo. Lástima suena mal pero me da rabia esa doble moral de quienes dicen que ser prostituta es un trabajo más. Un trabajo más que no queremos ni para nosotras, ni para nuestras familias ni para nuestros barrios. Lo de que están discretamente incluidos... Son unos cuantos anuncios uno detrás de otro con fotos llamativas...

Anónimo dijo...

¿Postmoderno - andalucista? jajaja... Tengo que apuntarme esa expresión

 
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