Hoy quisiera que habláramos de otra cosa. Me pregunto cuál es la razón por la que nuestra profesión parece gozar de la autocrítica, disfrutamos fustigándonos, no nos permitimos una dejadez…
Dice un viejo adagio que los abogados encierran sus errores, los médicos los entierran y los periodistas los publicamos en primera. Hay más, muchos más. Aquel otro de… No le digas a mi madre que soy periodista. Ella cree que soy pianista en un burdel.
Dice un viejo adagio que los abogados encierran sus errores, los médicos los entierran y los periodistas los publicamos en primera. Hay más, muchos más. Aquel otro de… No le digas a mi madre que soy periodista. Ella cree que soy pianista en un burdel.
Otro: Peor sería tener que trabajar.
Y así hasta agotar el ingenio.
14 comentarios:
"El curso más difícil de Periodismo es... COU".
Sin ánimo de ofender ni pretensiones de dogma, creo que tiene que ver con el carácter y las actitudes de los individuos que conforman estas profesiones.
Las dos que menciona Lucia, junto a los jueces y políticos, tienen la merecida fama de ser las más sectarias de todas; por contra, el periodismo, acoge mayoritariamente en su regazo a otro perfil: más individualista e insubordinado, si, pero también más crítico con la sociedad y consigo mismo, constantemente dudando de si las cosas son así o no, ya que el material con el que trabaja a diario es inestable y cambiante.
Cuando se le pregunta a un niño o a un adolescente que qué desea ser de mayor surgen estos perfiles principalmente(bueno, en Francia contestan que quieren ser funcionarios), lo que ya hace presuponer en él un determinado carácter e inquietudes.
Hay una anécdota, muy real, que pasó en un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, y que resume la cosa. Un empresario montó una comida con periodistas a la que asistía parte de su staff. Cuando fueron a sentarse a la mesa, el personaje en cuestión comentó que lo mejor sería mezclarse entre sí, así que, ni corto ni perezoso, dijo: "Vamos a sentarnos mezclados: periodista, persona, periodista, persona, periodista...".
"Los caballos no compran peiódicos"
Coord.: Mariano Gistaín
Ed.: Asociación de la Prensa de Aragón
Nos critican, nos presionan, nos creemos esas críticas y las asumimos...
Creo que ese es el proceso. Puede parecer una posición un tanto victimista pero creo que la profesión periodística puede llegar a estar sometida a más presión que los citados abogados y médicos. A ellos se les presupone un prestigio que no entiendo porqué se niega a los periodistas... Será por lo que dicen algunos, que dicha carrera es muy facil o que incluso no debería existir...
Supongo que esta idea está alimentada por la calidad de lo que se ve hoy en día en prensa (rosa)y televisión sobre todo.
Al fin y al cabo el periodismo bien hecho tal vez sea la profesión mas honesta y tal vez por ello una de las más dificiles. Reconocer los errores delante de tantas miradas siempre cuesta pero es el deber.
Si no nos queremos nosotros quien nos va a querer.
Pues sí, estamos tan acostumbrados a ser machacados que creo que al final nos lo creemos y nos entra cierto complejo de inferioridad. Luego está lo que ya habéis comentado: el nulo corporativismo y el espíritu crítico. Ayer entrevisté al creador de una conocida página web y, al preguntarle a qué se debe el éxito de los blogs frente a los diarios digitales, me contestó: "Somos auténticos. Escribimos sobre lo que nos apasiona, mientras que los periodistas sólo quieren cobrar a fin de mes". Bonita percepción.
Yo creo que habrá que buscar la manera de dar a entender (y primero creérnoslo) que cualquiera no puede ser periodista. Porque si bastante estaba desprestigiada ya la profesión, más aún ahora que Internet facilita que todo el mundo cree contenidos informativos (que me parece muy bien) y ahora que tenemos cámara en los móviles a menudo son vídeos y fotos de testigos de un acontecimiento que de profesionales lo que sale en los medios.
Y si llegamos a al conclusión de que periodista puede ser cualquiera, que cualquiera puede escribir bien una información o sacar una buena foto, no sé, qué depresión, ¿no?
Hola a todos:
Lucía, yo creo que la autocrítica no tiene por qué ser mala en sí misma. Quiero decir, el primer paso para resolver cualquier problema es darse cuenta de que existe. Y la autocrítica ayuda. Otra cosa es el victimismo, que consiste en quejarse continuamente sin que eso conlleve una serie de acciones, cambios, etc. Y otra cosa es que al victimismo se una el egoísmo, la pereza, el orgullo, etc. etc. etc.
Me van a perdonar ustedes pero lo que yo estoy notando es una mezcla entre prepotencia y victimismo. Prepotencia, que se adoctrina desde la facultada en donde consignas como "teneis que saber de todo" y que puede llegar a convertirse en la concepción de que los periodistas estan por encima del bien y del mal. Y perdonenme, pero no. Los periodistas son (¿somos? es que yo termino en junio) seres humanos, no maquinas.
Y, victimismo, creyendo ser siempre un sector incomprendido y en costante crítica por parte de la sociedad. Está claro que el trabajo de un periodista es conocido por el público y esto da lugar a que aumenten el número de críticas. Pero, no estaría de más recordar que el mundo no gira alrededor de los periodistas. Sería mejor que nos quedáramos con que que sabemos que el mundo sigue girando gracias a los periodistas... ¡Córcholis! Creo que estoy cayendo en lo de la prepotencia...
Sin querer herir sensibilidades, os mando un saludo.
Á.Matía
Hablando de autocríticas, os voy a autocriticar un poco, queridos periodistas: ¿qué tal un repasillo a los textos, antes de colgarlos, para cuidar un poco la puntuación, la ortografía, la sintaxis...? Habrá que empezar por esto, ¿no?
Creo que Ander ha dado en el clavo: no es que los periodistas se autocritiquen, es que se 'autocritican' los unos a los otros. La diferencia es sustancial. Y hasta cainita, me atrevería a decir.
Pues sí, Ander, no estaría mal (y lo digo por mí que cada vez que releo un comentario mío veo alguna falta garrafal). Matía: al parecer no hemos coincidido con los profesores.
A mí no me han dicho que tenga que saber de todo sino el famoso lema, estereotipo, topicazo, llámalo x: "los periodistas saben un poco de todo y no saben mucho de nada". Podríamos reflexionar sobre si ese lema es cierto y/o conveniente. Tal vez si nos especializáramos todos más trabajaríamos mejor y ganaríamos prestigio. O tal vez no, porque la esencia del periodismo es saber informar sobre lo que pasa, ¿no?
En cuanto a lo de la prepotencia, yo llevo días dándole vueltas porque la mayoría de periodistas que conozco tenemos unos super-egos de mucho cuidado. ¿Es necesario ese carácter para una profesión como ésta? ¿Nacemos los periodistas vocacionales con un punto de arrogancia? Es un percepción personal, si no os sentís así y os consideráis gente discreta, sencilla y modesta, pues mejor para vosotros.
Siempre he rechazado a los periodistas que nunca dudan, a quienes son incapaces de la menor autocrítica, a quienes consideran que nunca se equivocan (son los otros los que no han acertado, incluso aunque los otros sean toda la humanidad), a quienes les falta la humildad necesaria para pensar que deben aprender algo cada día y a quienes piensan que ésta es una profesión para sentirse importantes. No lo somos. Y el que crea lo contrario ha enfilado el peor camino.
Interesante tema, interesantes comentarios.
La autocrítica no sólo es positiva en cualquier profesión, es indispensable si lo que se desea es hacer el trabajo cada vez mejor. Algunos colectivos la practican en voz baja y, otros, como los periodistas, se gritan. Porque, autocrítica, lo que es autocrítica, se ve poco. Más bien se critica al de enfrente.
El periodismo es una profesión cuyo estatus ha caido en picado en nuestra sociedad. La prensa de colorines, rosa y amarilla, se ha encargado de que así sea. Los enfrentamientos entre medios 'serios' han puesto la puntilla, y la extrema politización general ya ha dejado la profesión a la altura del barro.
Sin embargo, pienso (quizá peque de optimista) que los profesionales del los medios de comunicación somos, en general, gente honesta, si bien nuestra formación deja mucho que desear. Matia: no se puede saber de todo, es imposible. Así sólo se crean ignorantes que, como dices, creen saberlo todo y, lo que es peor, no se callan.
La especialización sería una buena salida a la crisis de credibilidad si la profesión contara con un mínimo de estabilidad laboral que lo permitiera. Que se fomentara la formación continua en vez del relleno de páginas y de la rotación de secciones. No es victimismo, es la pura (también se puede leer con T, depende del ánimo que uno tenga) verdad. Yo me siento afortunado de poder dedicarme a una región en concreto y no tener que pasar de Local a Política y luego a Deportes para acabar haciendo un poco de todo.
En cuanto a los egos que comenta June, pues sí. Los hay muy grandes. Ver el nombre de uno impreso en un papel o en una pantalla le pone cachondo a más de uno, aunque lo que vaya a continuación sea una basura. La idea del Cuarto Poder es muy golosa, y hay quien se lo toma muy en serio. Contra eso, poco se puede hacer.
El mundo gira, y no es por los periodistas. Pero nosotros estamos, o deberíamos estar, ahí para contarlo. Sin más.
Veo que os habéis tomado muy en serio el día de reflexión...
Pues a mi me encanta ser periodista!!! Soy muy feliz!!
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