Esto lo aprendí del apoderado del Fandi, un torero deportista que pone las banderillas al violín como nadie. Lo tuvo toreando por plazas de pueblo hasta que lo vio bien fogueado, entonces se lo llevó a Madrid, a San Isidro, ea. Triunfó. Para entonces, el apoderado tenía ya comprometidas unas fechas y unas tarifas. Había triunfado, saben. ¿Y qué hizo? Llamó otra vez a los administradores de las plazas y les cantó una milonga: "Oye, mira, que soy el apoderado del Fandi. Que tengo la costumbre, entiéndeme, de apuntar las corridas comprometidas en una libretilla que guardo en el bolsillo izquierdo de la camisa; que mi mujer, entiéndeme, que es muy aseada, me ha tirado a lavar la camisa con la libretilla, y ya no sé ni qué día iba a torear ahí el Fandi ni el dinero que habíamos apalabrado". Y aprovechaba para acomodar la tarifa a un torero triunfador en San Isidro.
Pues eso.
Que tengo yo costumbre de apuntar en una libretilla, la del bolsillo izquierdo de la camisa, y bajo el epígrafe 'Cosas que quiero deciros', las ideas que no he de olvidar para transmitir a los alumnos en esta última clase del curso y de la carrera. Esa clase es el viernes, a las dos de mediodía, y mi marido, que es muy hacendoso, me ha tirado a lavar la camisa con la libretilla. Vamos, que no me acuerdo.
Este blog lo frecuentan, identificados, cinco profesores universitarios; cuatro de ellos, de periodismo.
¿Qué debería decirles?
12 comentarios:
Aunque pueda parecer populista: darles las gracias (por su atención, por su trabajo, por lo que has aprendido tú de ellos, por su confianza, por los diálogos académicos entablados, etc.).
Yo también termino hoy. Y les diré que, con tal de que les haya transmitido ilusión por saber, ganas de trabajar y amor al trabjo bien hecho, con eso, solo con eso, me conformaría.
P.D. (y también les recomendaría que no usaran libretita o que no lavaran nunca la ropa, je).
Estamos todos de back home. Termino, aunque como invitado, el viernes sobre una clase de periodismo en internet, una pequeña introducción para los alumnos de Teoría de la Comunicación. En la segunda hora, el profesor titular, dueño y señor, se encargará de cerrarla. Así que el problema de Lucía lo tiene él.
Pero me sumo a los consejos de Nahum y añado un texto que leí en el blog de otro profesor de periodismo, cita a Josep Pla, pelín larga, pero grande: "A esos muchachos tan simpáticos que encontrándose en el portal de la puerta de la vida se sienten poseídos del noble impulso de la ambición personal y -yo supongo- del archinoble impulso de la ambición de servir, y preguntan: “¿Qué hemos de hacer? ¿Podría usted tener la amabilidad de darnos una orientación y decirnos lo que podríamos hacer?”, yo les aconsejaría un viaje a pie. (…) Su viaje debería tener un objeto: informarse, enterarse de lo que es el país, de cómo vive en él la gente, empaparse de la manera de ser básica, inalienable, insoluble, del material humano. Sería –lo digo de antemano- un poco difícil de resistir y no sólo por las incomodidades que se irán encontrando, que eso no sería anda, sino por la cantidad y la calidad de la información que al paso iría saliendo –que sería brava, desapacible, complicada, a veces de una profundidad insondable-. Es muy posible que pocos la resistieran, a pesar de que la primer vuelta no debería durar más de quince días”.
Suerte con ellos.
Yo estoy muy lejos de ser profesor, pero me lanzo.
Yo les pediría que fueran curiosos, que en la curiosidad está la clave. Si ellos no tienen interés por los temas sobre los que informan, menos tendrán los lectores, oyentes o espectadores de sus informaciones. En todos los aspectos de la vida se pueden obtener historias interesantes, pero hay que buscarlas.
También les diría que fueran críticos con el entorno que los rodea pero, sobre todo, consigo mismos. El periodismo es una profesión dura, pero creo que el buen trabajo termina obteniendo sus frutos. Paciencia.
Yo estoy aún más lejos, pero tengo reciente mi licenciatura así que puedo contar lo que me hubiera gustado que me dijeran (tal vez tú lo hicieras, perdona mi memoria de pez).
Zigor me ha quitado de la boca lo de la curiosidad y el espíritu crítico. Creo que el tercer factor clave es tener iniciativa y centrarse en hacer relaciones públicas. Me pareció muy triste que en la ceremonia de graduación muchas no fueran a saludar a ni una sola profesora, cuando son minoría quienes encuentran empleo limitándose a enviar un currículo.
Después de una carrera machacados con mensajes pesimistas (pocas salidas, poco prestigio, precariedad laboral...), se agradece que una periodista en activo como tú transmita entusiasmo e ilusión por la profesión. Así que yo daría un toque personal a la clase contando tu trayectoria y porqué sigues apasionada por el periodismo.
Se está haciendo realidad uno de mis sueños: entrar a cotillear en una sala de profesores...jeje
¡Ir a saludar a los profesores como método de relaciones públicas para conseguir trabajo! Jobá, June.
Pues como alumno me encantaría saber si hay futuro en el periodismo sin tener un master en Cambridge.
Confieso estar algo desilusionado con la carrera, y os puedo asegurar que esto de ser crítico y curioso lo llevo dentro. Sin embargo, me he vuelto un poco pesimista porque no me veo de periodista. No me veo con caché, no me veo preparado. Después de cuatro años me he vuelto un vago redomado sin fe en mis posibilidades.
Qué bonito lo de un viaje a pie.
June: es cierto que en algo te has explicado mal.
Wygant: Hace años asistí a un concierto de Ruper Ordorika en Romo, Getxo. Él no conseguía trasmitir emoción y el público tampoco se animaba a nada. Recuerdo haberme molestado con él (y es uno de mis mitos) porque en un momento del concierto nos reprochó que no le estábamos animando. Yo pensaba que era cosa de él, pero que va, es cosa de dos.
Wygant: es cierto que la carrera de Periodismo es desilusionante en muchos sentidos, empezando por el hecho de que una gran mayoría de profesores no han practicado una profesión cuyo futuro, teóricamente, construyen con sus clases. Podríamos discutir largo y tendido sobre la necesidad de realizar más prácticas, y de cambiar el plan de estudios. Pero, eso no es razón suficiente para tirar la toalla.
En tu caso, veo un problema de base grave: te has convertido en un vago. Desde el momento en que lo reconoces, creo que tiene fácil solución, si realmente eres curioso y crítico. Pero, en este momento, debes aplicar el segundo término a tu persona, y no tanto a la universidad.
"No me veo con caché. No me veo preparado", dices. Hombre, a punto de licenciarte, sería excesivo tener caché, y es lógico no sentirse preparado. Supongo que un médico recién licenciado también lo sentirá cuando se enfrenta al primer paciente.
Espero que no te tomes a mal mi comentario, Wygant. No creo que haga falta ningún Máster en Cambridge para poder trabajar. Yo no tengo ninguno, y trabajo no me falta (otra cosa son las condiciones, pero ese es otro tema). Hay que tomar la iniciativa. Nadie va a ir a llamar a tu puerta con una oferta de trabajo de redactor jefe. Hay que búscarlo y, muchas veces, hay que ir un poco más allá, y crearlo. Ahí radica la dificultad del periodismo. Más aún en quienes trabajamos como 'freelance'.
En cuanto a las relaciones personales a las que hace referencia June, yo también tengo mis dudas. No creo que quiera decir que es necesario arrimarse a los profesores para encontrar trabajo. ¿O sí? Sin duda, en este país, el 'enchufe' tiene todavía gran importancia. Pero no creo que sean los profesores los más adecuados para buscarlo. En cualquier caso, sigo pensando que la mejor fórmula es la de trabajar duro y con honestidad. Quizá no se gane mucho dinero, pero una conciencia limpia no tiene precio.
El resto comento mañana que tengo sueño. Me he explicado muy mal, sí señor. No hablo de enchufes. Quería decir que los profesores son el único vínculo que la mayoría de los estudiantes tienen con la profesión. Por lo tanto, no digo arrimarse para sacar provecho (yo no creo que haya pecado de "pelota" precisamente, ¿o sí Lucía?), pero sí intentar mantener relación. No es que te coloquen en un trabajo, sino que te pueden aconsejar, presentarte a gente interesante, escribiendo en este blog pueden conoceros a vosotros y aprender de vuestra experiencia... Y claro que la mejor fórmula es la honestidad y el trabajo, pero creo que conocer a mucha gente y mostrar iniciativa ayuda. ¿Me he explicado mejor?
Bravo por lo del viaje a pie. Pero recomiendo que se vayan solos; que aprendan a hablar con la gente y a estar consigo mismos.
Que lean todo lo que puedan, sin descartar ningún género ni autor de antemano.
Ultimo consejo -por si alguno está tan loco de seguir queriendo hacer de esto su oficio-: que se graven a fuego estas palabras en el cuerpo: “Encontraremos el camino, y si no... lo crearemos” - Aníbal Barca (218 a. d. C., cruzando los Pirineos a lomos de su elefante).
-Bella Kamala, ¿no podrías darme un pequeño consejo?
-¿Un consejo? ¿Por qué no? ¿Quién se negaría a dar un consejo a un pobre e ignorante samana que viene de los chacales del bosque?
Debes hacer lo que has aprendido, y exigir por ello dinero, vestidos y zapatos. De otra forma, un pobre no logra tener dinero. ¿Qué sabes hacer?
-Sé pensar. Sé ayunar. Sé esperar.
-¿Nada mas?
-Nada más... Bueno sí, también sé hacer poesías.
-Entonces ya conoces cual es el camino. Es lo que los necios llaman magia y creen que es obra de demonios. Nada es obra de los malos espíritus, éstos no existen. Cualquiera puede ejercer la magia si sabe pensar, esperar y ayunar.
‘Siddharta’, Hermann Hesse
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